Excesos inmobiliarios, contaminación y turismo, los tres 'asesinos' de la costa catalana

  • La Fundación Mar alerta de la degradación del litoral por el exceso de infraestructuras y de turistas.
Sara Acosta

Nueva alerta sobre el estado de los ecosistemas marinos en el Mediterráneo. La Fundación Mar presentó ayer un estudio en el que desglosa los males que aquejan al litoral catalán, víctima del exceso inmobiliario, la contaminación y la avalancha de turistas durante los meses de verano. La organización estudia la degradación del fondo marino desde 2009 con ayuda de 20 estaciones de conteo y análisis del impacto humano en especies sensibles a las alteraciones del medio marino.

Tras dos años de seguimiento, la Fundación Mar concluye en su documento que “la pesca masiva, el exceso de frecuentación y la contaminación son los principales factores de la degradación de este litoral”, según Evelyn Segura, coordinadora del informe que se ha realizado dentro del proyecto Silmar (Red de Seguimiento Ibérico del Litoral Marino).

En estas 20 estaciones se ha analizado la alteración de especies sensibles para conocer el impacto de la actividad humana en los fondos marinos. A la posidonia, por ejemplo, una planta marina típica del fondo marino mediterráneo, le afecta la contaminación; el mero es el mejor termómetro para medir la sobrepesca y la ruptura de corales da muestra del fondeo abusivo de barcas cerca de la costa.

Fondeo masivo en Gerona

La de Gerona es una de las costas más degradadas por el fondeo masivo de barcos en zonas ecológicamente sensibles, apunta el informe. “En muchas ocasiones se trata de turistas que no están informados sobre dónde anclar las embarcaciones”, apunta Segura. Desde la Fundación Mar se reclama mayor esfuerzo por parte de la Administración para hacer pedagogía, o simplemente para cumplir la ley que regula este tipo de actividades. “Es mejor fondear en terreno arenoso, donde el impacto es menor”, apunta Segura.

Barcelona está siendo la mejor muestra del exceso de población en una gran ciudad costera, donde las infraestructuras no dan abasto ante la llegada masiva de turistas en verano. “La población llega a triplicarse en determinados puntos de la costa, donde las infraestructuras de tratamiento de aguas residuales se ven sobrepasadas. El resultado es que en muchos puntos se vierten esta agua directamente al mar”, apunta Segura.

Viviendas en Tarragona

En Tarragona, en concreto en Costa Dorada, le medio marino se ha visto perjudicado por la construcción de viviendas de los años sesenta y setenta, que “ha desfigurado el perfil del litoral y las infraestructuras tienen aún un funcionamiento deficitario en la canalización de aguas residuales y de alcantarillado”, señala el documento. Los residuos de la industria petroquímica y del agua para refrigerar las centrales nucleares “también aportan estrés a la costa”, concluye el documento.

Levantar espigones a lo largo del litoral catalán está alterando la evolución de los sedimentos que crean las playas, arrastrados por las corrientes marinas hasta la costa. “En esas zonas, el agua es menos transparente, se favorece la contaminación y poco a poco desaparece la arena que genera la playa. De seguir así, desaparecerán las playas del sur de Cataluña por la alteración de las corrientes marinas”, explica Segura.

El proyecto Silmar, realizado en colaboración con la Fundación Biodiversidad, quiere ampliar hasta 80 las estaciones de análisis, que funcionarán de forma permanente para seguir la evolución de toda la costa española.

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