Facebook mejora las opciones de privacidad para los usuarios, pero aún no convence

  • “Si hace falta un manual para entender cómo una compañía comparte con otros tus datos personales, es momento de dejarla” escribía hace no mucho en Twitter Glenn Fleishman, uno de los más veteranos autores sobre tecnología e Internet.

Nacho Palou / Microsiervos

Esta es sólo uno de los muchos comentarios que se han podido leer en las últimas semanas acerca de los más recientes problemas de privacidad de Fabebook, episodios que han llevado a muchos incluso plantearse su baja del servicio. Facebook, en boca de su fundador Mark Zuckerberg, admitía que existían esos problemas de privacidad y que habían cometido errores en este sentido.

En concreto los últimos errores consistieron en tomar decisiones unilaterales y cambiantes respecto a lo establecido sobre qué datos se mostraría como públicos por defecto, independientemente de la configuración del usuario. Nombre, ciudad, estudios, listas de gustos, redes, grupos y amigos, etc. Nada de eso podía mantenerse en privado del todo. Y el objetivo principal era que la página de perfil funcionase también como soporte publicitario, para lo cual además era necesario compartir algunos de estos datos a otras empresas. La paranoia llegó a tal punto que incluso se decía que las fotografías publicadas en Facebook se usaban en los anuncios, extremo que aún hoy la red social se ve obligada a desmentir.

También hasta ahora sucedía que cualquier mensaje escrito desde la ventana Compartir de Facebook por defecto se podía emitir "en abierto" para todo el mundo –incluso de fuera de Facebook-, en lugar de ir destinado por defecto sólo a los amigos a otros usuarios de Facebook agregados a la cuenta.

“Para Facebook el concepto vida privada -entendida como la capacidad de que el usuario controle qué información sobre sí mismo se hace pública- simplemente es algo pasado de moda” decía Wired en un artículo muy crítico con la política de la popular red social. El artículo también hace referencia a otros mecanismos vinculados a Facebook que carecen de las opciones suficientes para que el usuario pueda controlar que la información -tan sensible incluso como pistas sobre gustos, creencias religiosas u opiniones políticas- realmente quedaba guardada o era distribuida sin posibilidad de verse expuesta más de lo deseado.

Más control para el usuario
Como respuesta a la oleada de críticas y quejas de numerosos usuarios y expertos en temas de privacidad, Internet y redes sociales, Facebook ha modificado los controles que permiten al usuario configurar qué desean compartir -y qué no- y con quién.

Precisamente por ese motivo hoy Facebook ha publicado una Guía de Privacidad en las que se trata de detallar el significado y las consecuencias de las distintas opciones, aunque en muchos aspectos la información sigue siendo insuficiente y ambigua, y no siempre es fácil o evidente llegar a todas las opciones de configuración.

La lectura de la guía es casi obligatorio para cualquier usuario que esté mínimamente preocupado e interesado en saber qué información se difunde sobre él y cómo y -de ser necesario- qué hacer para modificarlo.

Probablemente más de un usuario se sorprenda del estado de la configuración de su cuenta. Incluso después de dedicar un buen rato a revisar todas las opciones de configuración cierta información puede seguir filtrándose a desconocidos, por ejemplo a través de amigos que comparten tu información abiertamente o con amigos no comunes y/o que a su vez la comparten con todos.

Además de estos nuevos controles, otros cambios afectan por ejemplo a qué información es pública por defecto. Ahora ésta se ha reducido y se limita al nombre, foto, género (sexo) y redes, en el caso de que el usuario esté en alguna. Esta información es la que Facebook considera necesaria para poder ser encontrado y reconocido por otros usuarios.

Reclaim Privacy y SaveFace
Los usuarios realmente preocupados por su privacidad encontrarán de utilidad la herramienta Reclaim Privacy, que se podría definir como una “auditoria externa” sobre el estado y la configuración de la cuenta del usuario.

Consiste en un pequeño script que se ejecuta desde el navegador una vez se está identificado en Facebook. De manera local comprueba la configuración del perfil del usuario e indica qué información permanece privada y puede estar expuesta públicamente y cómo resolverlo –y en algunos casos incluso puede resolverlo por sí misma.

SaveFace es un herramienta similar. Funciona como una extensión del navegador web que, al ejecutarse, modifica la configuración del perfil para que la información del usuario quede restringida sólo a los amigos aceptados en Facebook.

Aunque ambas herramientas son de utilidad para comprobar el estado de la cuenta conviene conocer al menos un poco por encima cuáles son las posibilidades de configuración del perfil de Facebook y qué implicaciones tienen y entender la importancia de, como mínimo, mantener el control sobre cualquier aspecto que suponga la difusión de información privada, ya no sólo en Facebook en particular, sino también en Internet en general.

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