Fotografía culinaria, la perpetuación de un arte efímero

  • Platos en cuya creación se han invertido semanas de trabajo son degustados en unos minutos. El arte efímero que supone la alta cocina ha encontrado en la fotografía gastronómica su forma de perpetuarse y así puede disfrutarse ahora en las calles de Málaga.

Málaga, 29 may.- Platos en cuya creación se han invertido semanas de trabajo son degustados en unos minutos. El arte efímero que supone la alta cocina ha encontrado en la fotografía gastronómica su forma de perpetuarse y así puede disfrutarse ahora en las calles de Málaga.

A los pies de la histórica Alcazaba y junto al anfiteatro romano se expone al aire libre "El bodegón recuperado", una colección de 38 instantáneas en gran formato de Francesc Guillamet, uno de los mayores exponentes de la fotografía gastronómica de España por cuyo objetivo han pasado platos de elBulli, El Celler de Can Roca y Miramar, entre otros.

Se trata de una de las iniciativas del Málaga Food&Wine Festival, que se celebra estos días en la capital de la Costa del Sol y cuyo programa incluye mesas redondas, proyección de documentales gastronómicos, exhibiciones de cocina en directo, talleres y la feria de productos que desde mañana y hasta el domingo acogerá el Palacio de Congresos, con la participación de chefs de la provincia.

En el fotógrafo catalán confiaron los hermanos Ferran y Albert Adrià para los libros que recogen la historia de elBulli, pero también el maestro pastelero alicantino Paco Torreblanca y la chef Carme Ruscalleda, la cocinera con más estrellas Michelin, entre otros.

Gracias a su trabajo se pueden comer con los ojos desde los primeros platos de elBulli, como la tarta de tomate y calabacín con caracoles, hasta sus últimas creaciones como el postre fuego o los sesos de bogavante Shangai con tofu de tuétano de ternera. Las imágenes plasman también la evolución vivida en la cocina del restaurante que cambió la mentalidad gastronómica del mundo.

Hay también fotografías inéditas, como las de los platos de esta temporada de Paco Pérez en Miramar (Llançà, Girona), con dos estrellas Michelin, que tiene como ejes el mar Mediterráneo, la huerta y el monte que rodean al establecimiento.

No faltan las golosas creaciones de Paco y Jacob Torreblanca y las heladas de Jordi Roca en Rocambolesc, aún más apetecible bajo el sol malagueño.

Platos creados para la ópera gastronómica "El somni" en el triestrellado El Celler de Can Roca (Girona), las elaboraciones de inspiración nipona de Albert Raurich en Dos palillos (Barcelona), las de Xavier Sagristà en Mas Pau (Figueres, Girona) y las pequeñas obras de arte que son los vegetales cultivados en Perpiñán (Francia) por la familia Sales, completan esta muestra.

Por otra parte, el Museo de la Diputación Provincial acoge la exposición "Diseño y Gastronomía", un recorrido por los años más relevantes de la cocina española de la mano del diseñador y pintor madrileño Jacobo Gavira.

Coloridos retratos de chefs como Juan Mari Arzak, Adoni Luis Aduriz, Ferran Adrià, David Muñoz, Alberto Chicote, Mario Sandoval, Joaquín Felipe y Ángel León, que han sido portada de revistas o han ilustrado textos, homenajean a algunos de los protagonistas de años decisivos en la culinaria española, los que van desde finales de los noventa al momento actual.

También se exhiben sus trabajos de diseño para el Salón de Gourmets y las publicaciones Cocina Futuro y EnCrudo, así como para premiados libros gastronómicos como "Chef del Mar" (Montagud), sobre Ángel León, con una estrella Michelin en Aponiente (El Puerto de Santa María, Cádiz).

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