Apple afronta el final del año con nuevas incorporaciones a su alineación de teléfonos móviles. Tres han sido los nuevos iPhones que ha dado a conocer en una presentación que ha suscitado un enorme interés. Lo más llamativo: un récord de tamaño y una evolución de su último gran modelo, el iPhone X... y poco más.
De cara a evaluar la relevancia de tales anuncios, lo mejor es comparar los lanzamientos del iPhone Xs Max y del iPhone Xs (a lo que hay que sumar el modelo menor, iPhone Xr), con el que hasta ahora ocupaba el lugar predominante en la oferta de smartphones de la compañía de la manzana mordida: el citado iPhone X.
Una evolución mediana
El primero de ellos, el iPhone Xs, se podría considerar la evolución natural que hemos citado anteriormente. Por lo pronto, contará con un nuevo color oro para usuarios que quieran un toque más “chic”.
Asimismo, alberga un nuevo procesador, el chip A12 Bionic –recordemos que el iPhone anterior incluía el A11–. A eso le suma una potencia mayor basada en una CPU de seis núcleos y una GPU de cuatro. Y como es evidente, la compañía norteamericana lo tilda como el más poderoso del mercado. Lo que está claro es que supera al modelo anterior.
Y también lo hace con la opción de contar con una mayor capacidad, ya que pone a disposición de los usuarios un modelo de 512 GB, cuando antes solo existían dos posibilidades: de 64 Gb y de 256 GB.
Otras mejoras que la firma de Cupertino ha introducido en el iPhone Xs con respecto al iPhone X se encuentran en la cámara, aunque no en el sistema dual de dos lentes con 12 megapíxeles –sigue siendo el mismo–, sino en un sensor principal algo mayor (1,4um) y en el procesado de las imágenes (gracias a la inteligencia artificial que incorpora). ¿Y cómo lo hace? Pues Apple apuesta por fusionar diversas fotos de cara a conseguir un resultado óptimo.
Un iPhone XL
No es esta la denominación del mayor teléfono que hasta la fecha ha fabricado Apple, pero sus dimensiones de 6,5 pulgadas tienden a que lo veamos así. El iPhone Xs Max cuenta con prácticamente las mismas características que el iPhone Xs, lo que implica una mejora moderada con respecto al iPhone X, pero llama la atención que supone la entrada de la compañía en un mercado que no tocaba desde hacía algún tiempo.
Eso sí, a pesar de incorporar una batería mayor, solo dura una hora más que en iPhone X –y media hora más que el nuevo iPhone Xs–. Lo que también han mejorado el Xs Max y el Xs ha sido el FaceID, ya que parece ser que eleva el nivel de seguridad, al tiempo que aumenta la velocidad a la hora del desbloqueo mediante reconocimiento facial.
En cuanto a los precios y la disponibilidad, saldrán a la venta el 21 de septiembre y costarán 999 dólares el iPhone Xs y 1.099 el iPhone Xs Max.
En definitiva, se trata de un paso adelante de Apple en el terreno de la telefonía, pero más encaminado a potenciar su posición en el mercado, que a romperlo con alguna de esas novedades que en otros tiempos acostumbraban. Eso sí, la compañía no ha escatimado esfuerzos en mostrar lo bien que se juega en los nuevos modelos. ¿Serán los gamers su nuevo público?
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