En Madrid pueden verse aún muchos establecimientos cuyas puertas pintadas en un color rojo chillón llaman la atención. Un color rojo que antiguamente servía como símbolo que identificaba el local en el que se vendía vino. Viejas tabernas a las que la gente acudía a beber el vino que se almacenaba en grandes tinajas de barro. Un vino a granel que también se despachaba en garrafas para llevar.
Cuenta la leyenda que durante la Guerra de la Independencia, los madrileños acudían a la Taberna de Antonio Sánchez y pedían vino de la cuba del francés, en alusión al cadáver de un soldado francés que habían escondido en la tinaja número 6 y que sabía mejor. Fuera o no cierto, les presentamos las siete tiendas en Madrid en las que comprar buen vino.
Lavinia (Ortega y Gasset 16)
Sin duda la vinoteca más importante y más grande de Madrid. Un proyecto que nació en París y que fue ideado por dos franceses Thierry Servant y Pascal Chevrot; se ha convertido en una multinacional. La tienda de Madrid la dirige un gran profesional como Juan Manuel Belver. Lavinia cuenta con más de seis mil quinientas referencias distintas de todas las procedencias imaginables. De entre todas las Denominaciones destaca por encima del resto la amplísima variedad en champanes de primer nivel a precios que merecen mucho la pena. Se puede adquirir botellas y beberlas en su restaurante a precio de bodega.
Cuenllas (Ferraz 3)
Concebida originariamente como una tienda de ultramarinos, fue afianzando la clientela del barrio ofreciendo siempre el mejor producto. Poco a poco fueron introduciendo una selección de vinos que por su carácter y representatividad de la tierra en la que crecen sus viñas, transmitieran su historia. Así, hoy ofrecen vinos maravillosos y desconocidos para la mayoría. Déjense aconsejar y disfrutarán de agradables sorpresas. Además, pueden adquirir quesos y conservas de primera para que la experiencia en casa sea inigualable.
Vinoteca Tierra (Mercado de la Paz)
Una de las vinotecas con más personalidad de Madrid. Desde muy joven la afición de Xavier Saludes que apenas acabados sus estudios se dedicó a importar vinos de pequeños productores franceses. Vinos de tintos Borgoña y Burdeos y vinos generosos del Marco de Jerez; son sus dos principales bazas. Además sus champanes de productores muy seleccionados sorprenden por su calidad y precio.
La Carbonera de Lu (Villalar 7)
Una de las últimas aperturas en Madrid. Es un restaurante con un encanto especial y una cocina española más que notable. En la planta de arriba cuentan con una pequeña gran bodega especializada en vinos de Madrid. Cuentan con uno de los mejores catálogos de vinos de la región. También cuentan con un puñado escaso de referencias de champanes muy particulares. Champán del que beben los franceses y a buen precio.
La Tintorería (Gurtubay 4)
Un plan especial para cualquier sábado del año. Un paseo por el barrio de Salamanca puede acabar en esta pequeña calle, apenas conocida para el gran público, pero que esconde dos grandes joyas: la Librería Los Editores, con un fondo editorial de libros muy interesantes de sellos independientes y La Tintorería. Una vinoteca en la que se reúnen más de mil quinientas referencias de España y del mundo y en las que destacan los vinos de la región de Borgoña, una de las favoritas de sus tres dueños, que asisten personalmente en la tienda para asesorar sobre ediciones limitadas y etiquetas muy especiales que sólo se pueden encontrar aquí.
Lafuente (Ayala 3)
Actualmente la familia Lafuente, ya en su tercera generación y alma de esta vinoteca, cuenta con siete tiendas, seis en Barcelona y una en Madrid, en pleno barrio de Salamanca. Su catálogo es casi ilimitado, más de cinco mil referencias entre vinos, destilados y productos gourmet. Cada uno de sus colmados es casi un museo en sí mismo en el que atesoran vinos de gran calidad.
Mantequerías Bravo (Ayala 24)
En el entorno de esta calle y en apenas unos cientos de metros se agrupan cuatro o cinco de nuestras vinotecas favoritas de Madrid. Mantequerías Bravo es una de esas tiendas que nacida como ultramarinos ha ido transformándose y especializándose en productos de un valor culinario y vinícola incalculable. Aceite de oliva de olivos de más de dos mil años, vinos y licores especiales e incluso curiosidades como miniaturas hasta botellas de 27 litros. Cuando un vino les gusta y sorprende son capaces de adquirir toda su producción para ofrecerlo a su fiel clientela.
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