Nuestros restaurantes favoritos en Santander

  • Cuatro restaurantes que, liderados por un puñado de jóvenes chefs, destacan por el enfoque singular y novedoso con que plantean sus propuestas.
Santander
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Si es cierta la máxima de que en todo el Norte se come muy bien, no lo es menos que hay zonas mejores que otras. Aunque nuestra debilidad se decanta por el inigualable nivel de toda la cocina vasca en general y la guipuzcoana en particular, en Cantabria ha sido Jesús Sánchez, de El Cenador de Amos, con dos estrellas Michelin, quien ha colocado la cocina cántabra en el mapa. Hay muchos otros locales de gran nivel en la provincia, como El Nuevo Molino, uno de los mejores o en otra escala Los Brezos, de Rubén Abascal, otra de nuestras debilidades.

Estos son los cuatro restaurantes que, liderados por un puñado de jóvenes chefs, destacan por el enfoque singular y novedoso con que plantean sus propuestas de cocina y por cómo trabajan y realzan una materia prima de altísima calidad:

Umma (Calle del Sol, 47)

Umma es un restaurante que cuenta con tres años de vida, pero que en tan poco tiempo ha conseguido ser referente por el protagonismo que dan al sabor de cada plato. Miguel Ángel Rodríguez, su propietario, es un joven cocinero que muestra lo mucho y bueno que ha aprendido en su paso por Mugaritz, Zuberoa o el Celler de Can Roca en España y Noma en Copenhague. Umma es el restaurante en el que trabajaron sus padres y donde volvió para crear una propuesta de cocina nueva, actual, rica, de sabores y de excelente de producto. Presentaciones impecables de platos equilibrados y bien marcados. Uno de los restaurantes más interesantes de la ciudad de Santander.

Vors (Calle Castelar, 5)

En una de las ubicaciones más privilegiadas de Santander, en Castelar, en un local frente a la bahía (donde estuvo durante muchos años La Sal), Fernando Sainz de la Maza y José Rábago han abierto un restaurante que abre su fachada a la calle para lucir más atractivo. El hecho de que al frente del proyecto esté Fernando, es garantía por si sola de gran cocina. No en vano fue el chef que durante más de diez años mantuvo la estrella Michelin para El Serbal, el mejor restaurante de la ciudad. Ejecuciones acertadas y bien planteadas, lejos de cualquier ánimo de vanguardismo. Un equipo de sala de primera fila. Buena ensaladilla de bonito, bien preparada parrilla de verduras, buen bonito en tataki en temporada y muy rico arroz con cachón.

Anna (Menéndez Pelayo 46)

Una carta muy interesante de platos cuya presentación y ejecución se muestran a un buen nivel. Gustavo y Menchu se han trasladado a la capital desde Quijas en busca de una mejor ubicación y un público más cercano que pueda y guste frecuentar su cocina. Una sala blanca y moderna se muestran como un espacio muy agradable para disfrutar de su gastronomía. Muy buenos arroces, pero lo más interesante es decantarse por el menú degustación de 4 platos y 36 euros.

Cadelo (Calle Río de la Pila, 18)

En una de las zonas más populares de la ciudad, en pleno río de la pila, una calle asociada a una hostelería más de barrio, se presenta el restaurante de Nacho Laherrán, el cocinero, y Eduardo Ruigómez, el de sala. Un local modesto con una cocina diminuta, donde se elaboran interesantes platos para compartir como el tartar de atún o las sorprendentes alitas al estilo coreano, algo picantes.

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