Dani García: de hacer hamburguesas para McDonald’s al olimpo de las Michelin

  • El chef marbellí es un todoterreno que se atreve con todo. Y eso le ha llevado a lucir el tercer brillo en su chaquetilla blanca. 
Dani García logra tres estrellas Michelín.
Dani García logra tres estrellas Michelín.
Brandelicius

Lo cierto es que cuando Dani García aceptó el encargo de McDonald’s para elaborar una hamburguesa gourmet ya tenía dos estrellas Michelin en el bolsillo. Lo único que demuestra esta atípica colaboración es que la alta gastronomía y el fast food pueden ir de la mano y que el chef marbellí es un todoterreno que se atreve con todo.

“Ver cómo funciona una compañía que da de comer en España cada día a medio millón de personas desde tres euros es muy gratificante”, aseguraba en aquel momento Dani García. Acercarse a un público al que no se había acercado nunca fue otra de las razones que le motivó a hacerlo. “La cocina es una profesión artesana cuyo objetivo es hacer feliz a los demás. Yo he dado de comer en McDonald’s con mi hamburguesa a más personas en un día que en mi restaurante durante un año”. Le apetecía conocer una empresa así. “Y me pagaron muy bien, las cosas como son”.

Dinero. Si algo representa una estrella Michelin es calidad y también dinero. No digamos tres, máximo galardón otorgado por la guía roja para restaurantes con una cocina excepcional que el marbellí ha obtenido este año, entrando así en el selecto club de los ‘triestrellados’ españoles, que se cuentan con los dedos de ambas manos. Tocar el cielo de las estrellas francesas supone un antes y un después para los cocineros y sus restaurantes. Tan difíciles de conseguir como de mantener, las estrellas pueden encumbrar a los chefs, hacer que reservar mesa durante ese año sea misión imposible e incrementar considerablemente el ticket medio del menú. En el caso de Dani García, es de suponer que la tercera estrella activará todas estas opciones, si bien disfrutar del actual menú degustación en su gastronómico cuesta ya 195€. 300€ si elegimos la opción con maridaje.

Las estrellas no me han cambiado la vida, pero sí me han hecho ser más consciente del entorno en el que vivo”, decía el chef hace apenas tres años, cuando fue seleccionado para elaborar el menú de la gala de Fin de Año del hotel Palace de Madrid. “Las estrellas me importan pero no han variado mi escala de prioridades. Lo principal sigue siendo el cliente, y si el cliente se ha ido contento, todo lo demás llega”. Y así ha sido. Hoy, con tres estrellas Michelin a buen recaudo en el corazón del lujoso resort Puente Romano de Marbella, el chef parece haber cumplido todos sus sueños. “Estoy en un momento muy vital y me siento capaz de hacer todo lo que se me presente”, decía en 2015. “Sigo teniendo la misma ilusión que hace años solo que con más seguridad en lo que quiero hacer. Quiero volver a Nueva York y hacer las mismas cosas que me hacen feliz pero ahora por mí mismo”. Puede que haya llegado el momento.

Dani García

De Tragabuches a Arcadia

Formado en la Escuela de Hostelería de Málaga La Cónsula y tras iniciar en 1996 su carrera junto a Martín Berasategui, Dani García se alzó con la primera estrella Michelin en Tragabuches (1998-2004). Tenía 25 años. En Calima (2005-2013) alcanzó la madurez profesional y se convirtió en el primer chef con dos estrellas en Andalucía. Más tarde, en Nueva York viviría una etapa de apertura de mente que supondría una apertura de fronteras en su cocina y que culminaría con la puesta en marcha de Dani García Restaurante y BiBo Andalusian Brasserie&Tapas. Dos conceptos muy distintos unidos por un mismo denominador común: el producto y el recetario andaluz como base y el carácter internacional como hilo conductor.

2016 y 2017 fueron años de expansión de su concepto más informal y democrático con la inauguración de BiBo Madrid y Lobito de Mar en Marbella. Siguiendo esta línea, 2018 culmina con la brasserie BiBo Flamenco Bar&Tapas, mientras estrena Arcadia en su restaurante gastronómico, un nuevo menú degustación que supone un viaje a sus orígenes y que le ha llevado a obtener la tercera estrella Michelin.

Tras un año de intenso trabajo creativo en su laboratorio personal, Dani García alumbró a comienzos de año su nuevo menú Arcadia, que propone una Andalucía imaginaria donde se vive en comunión con la naturaleza y la materia prima, en la que profundiza en las raíces y consigue plasmar la tradición heredada y la sabiduría de los recetarios populares del sur, rodeada de utopía y nuevas sensaciones. Una temporada de innovación e introspección muy especial y de intenso trabajo que el chef cierra con el recibimiento de la tercera condecoración de la guía francesa, cuatro años después de obtener la segunda.

La milla de oro marbellí

Dani García ha demostrado que Málaga ya no es destino exclusivo de vacaciones y que Marbella es la gran capital de la Costa del Sol por algo más que por sus playas. Más allá del gastronómico que acaba de alzarse con las tres estrellas Michelin, el chef ha copado el panorama gastronómico marbellí con otros dos espacios dentro del complejo hotelero Puente Romano Beach Resort & Spa (Avda. Bulevar Príncipe Alfonso von Hohenlohe). Puerta con puerta con su verdadero templo culinario, BiBo Marbella es un restaurante de corte más informal que completa la oferta para todos los gustos y carteras de la zona. Tanto en este como su hermano gemelo madrileño, reina una propuesta variopinta con opciones típicas del sur, pizzas al horno de leña, algún que otro plato de estrella firmado por el chef y una cocina ininterrumpida que se adapta a cada momento del día y de la noche. Los fines de semana tienen un brunch de escándalo y el precio medio no supera los 50€.

Y para los que buscan un poco de tapeo sureño, marisco fresco y pescaíto frito, Dani García abrió hace unos meses Lobito de Mar en el mismo recinto, un ‘chiringuito’ popular y marinero, con alma desvergonzada y una carta tradicional donde el producto que el malagueño conoció en casa desde su infancia es el principal protagonista. Un nuevo centro de peregrinación diseñado por Lázaro Rosa-Violán, con dos zonas y dos cartas (una de picoteo informal para todos los gustos y bolsillos, y otra a base de mariscos, crustáceos y moluscos nacionales, frituras andaluzas, espetos, recetas con atún y una amplia variedad de arroces al estilo alicantino), vinos, cócteles y sangrías por doquier, perfecto tanto para los asiduos de sus otros restaurantes como para los paladares ‘vírgenes’, pues el ticket ronda los 40€ por persona.

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