Siete restaurantes en Cantabria donde puedes comer muy bien sin gastar mucho

  • La cocina siempre ha sido un tema nuclear de nuestras conversaciones y desde hace mucho buscamos los mejores lugares cuando viajamos.
Cantabria
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Aunque parece que el amor por la gastronomía es una moda reciente, lo cierto es que, desde siempre, la buena cocina ha sido tema de conversación nuclear de todos nosotros. No existe un viaje de placer o de trabajo en el que antes de partir se hagan las averiguaciones pertinentes sobre los restaurantes en los que comer al llegar. No hay conversación entre amigos o conocidos en la que no salgan recomendaciones del último sitio en el que hemos comido bien. No existen reuniones que no acaben entorno de una mesa. Antes de que existieran las guías y las listas, se recomendaban sitios en los que se comía bien y barato.

Estas son nuestras recomendaciones de siete restaurantes en Cantabria en los que se come muy bien, cocina de siempre, en raciones generosas y a precios muy moderados.

El Mirador de Tansvía (Transvía, Comillas)

Con unas vistas impagables a la Ría de la Rabia, sobre la playa y el Parque Natural de Oyambre, allá en lo alto de una atalaya que ejerce como mirador, las tres hermanas Rodríguez Lon ofician con la maestría que dan las décadas de oficio (desde 1993), el saber del recetario y de la cocina popular y una forma de elaboración clásica y con la única pretensión de que todo lo que se sirva en la mesa, salga rico. Y a fe que lo consiguen. Su cocido montañés es uno de los mejores de la región. Los pescados no le van a la zaga. Además poseen huerto propio.

Casa Lucas (Correpoco)

En la profundidad del Valle de Cabuerniga, en un recodo insospechado de la carretera, tras descender un par de curvas, aparece Casa Lucas, uno de los mejores restaurantes de la provincia por su gran cocina, su emplazamiento único y el gran servicio que ofrecen. De nuevo el inevitable cocido por estos lares ¡De campeonato! Los revueltos cremosos y ricos, los pescados con un punto impecable de cocción. Las carnes, de caza, vacuno e ibérico salen del horno y la plancha absolutamente jugosas y en su punto. El cochinillo de piel curruscante y carne absolutamente tierna es un reto para los mejores asadores castellanos.

La Madrileña (Elechas)

Elechas es un pueblo en mitad de ninguna parte. Un lugar al que hay que ir aposta. Con una fisonomía muy similar a la de otros pueblos, apenas junta unas cuantas casonas alrededor de una iglesia, y una especie de plazuela en la que hay dos restaurantes. Uno de ellos, La Madrileña, hace las veces de colmado, bar y restaurante. Una singular terraza pegada contra la fachada y defendida por los coches que aparcan a modo de barrera es el lugar ideal para descansar y comer algo. Le pueden sorprender con unos percebes recién cogidos, buenos revueltos y algún guiso a fuego lento, muy rico. Un local singular y con cierto encanto.

La Terraza (Güemes)

En el pequeño pero encantador pueblo de Güemes, casi pegado a la Posada del mismo nombre, se encuentra un restaurante que lleva en el oficio más de cuarenta años. Este es el tipo de restaurante que cualquiera recomendaría a un amigo. Buena cocina tradicional, de esa que se hace a fuego lento, de la que se come con gusto y se paga con una sonrisa. Muy bueno el cocido montañés. Una de sus especialidades el cabrito estofado, es uno de los indispensables en la comanda.

Casa Setién (Oruña de Pielagos)

Cuando hace décadas la restauración se nutría solamente de restaurantes de cocina tradicional, con la única sofisticación de utilizar el mejor producto local, Casa Setién era ya toda una institución en la provincia. A pesar de que los tiempos han modernizado y actualizado su carta y su estilo, siguen haciendo una merluza en salsa verde buenísima, así como unos callos untuosos magníficos.

Restaurante Calvo (Puente de San Miguel)

En una encrucijada de caminos, en la misma carretera que une Cantabria y Asturias, Casa Calvo lleva toda una vida dando de comer a los viajeros que por allí pasan cada día. Una cocina tradicional, bien elaborada y donde el sabor prima por encima de otras consideraciones. Todos los platos de la carta están muy conseguidos. Muy bueno el arroz con almejas y las alcachofas. Los pescados, el rape y la merluza, excelentes. De los postres destacar el hojaldre con crema pastelera, típico de la zona.

El Redoble (Arce)

De nuevo un local ubicado en un cruce de caminos, lugares de paso frecuentes antiguamente, que conservan toda la esencia de antaño. Hoy Gema Ruiz al frente de la cocina elabora una carta muy cuidada de cierta influencia mediterránea. Si hay que destacar un plato por encima del resto, esos son los arroces de estilo alicantino que Gema y su equipo bordan. Entre semana un menú de sólo 20 euros que incluye un aperitivo, dos entradas, un arroz, postre y vino ¡Imbatible!

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