Una cena especial en el Taj Lake Palace

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El lujo es una experiencia, más que un objeto. Es algo etéreo, más que una pieza que se pueda tocar. Es algo callado más que estridente y sublime más que llamativo. El lujo de un hotel debe ser inversamente proporcional a la falsa sofisiticación que tratan de reflejar los nuevos hoteles que se levantan en ciudades del Medio Oriente como Dubái. Resultan estancias y espacios alejados de la sofisticación y la elegancia que el poso del tiempo sí da a aquellos otros establecimientos en los que la clase y el estilo los define la calidez de un trato exquisito, la sencillez de sus habitaciones, la magnificencia de salones creados para solaz de príncipes y maharajás.

¿Existe un lugar así en la Tierra? Sí, el Taj Lake Palace, en Udaipur, en medio de un paisaje que solo la naturaleza es capaz de diseñar. Tal vez es el lugar más especial en el que uno se pueda hospedar. Una mezcla de sencilla sofisticación y lujo sosegado. Ubicado en el estado de Rajasthan, la ciudad de Udaipur puede parecer una especie de ciudad encantada, de lagos, palacios y jardines fabulosos. Una urbe de pequeñas callejuelas, tuk tuks, y multitud de gente de blancas sonrisas y vestidos de llamativos colores.

Aislado de la ciudad, en medio del lago Pichola, el Taj Lake Palace, un edificio singular revestido de mármoles y granito, se adorna con las vistas sobre las colinas de Arvalli y Macha Magra. Un sitio de ensueño, uno de esos lugares que hay que visitar antes de morir. Una experiencia extraordinaria que va desde la contemplación del lago y del palacio, al coche de época que sirve para trasladar a los huéspedes hasta el embarcadero, la barca que se desliza suavemente hasta el hotel y la cordialidad y delicadeza del trato en todo momento.

Pero si el ambiente y el trato solo se pueden entender desde la perspectiva del país en que nos encontramos, la riqueza y variedad de la gastronomía del Taj Lake Palace es abrumadora. El lugar, las vistas, las aguas azules y lo especial del palacio le infieren un embrujo y encanto que hacen que una cena no sea solo una cena. El restaurante Neel Kamal ofrece auténtica cocina local, gastronomía basada en el recetario de la cocina de la realeza de Udaipur. El resultado es notable y único y sorprende con ingredientes y preparaciones que no se ven ni prueban en otros lugares de la región.

Sus platos marcan con suficiente entidad pero sutilmente, los sabores intensos propios de la cocina india. Recetas elaboradas con picantes equilibrados, permiten saborear y aislar en la boca el producto principal de cada plato. Después de la cena, en el Amrit Sagar Bary y hasta pasada la medianoche se puede disfrutar bajo una sorprendente constelación de estrellas de un Gin&tonic, una bebida que, por cierto, nació en este fantástico país.