Vinoteca Moratin, la tímida excelencia de una casa de comidas

  • Las casas de comidas han dado gloria a nuestra gastronomía. De entre una retahíla de grandes como Casa Ciriaco o De la Riva, hoy destacamos esta. 
Moratin
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Ya es hora de reivindicar nuestras tradicionales casas de comidas frente a tanto restaurante bautizado con nombres foráneos. Más allá de la fama que han adquirido los bistrós y las trattorias, y del adorno del nombre en el que se envuelve tanta cocina para pretender atmósferas y estilos que sólo logran en el genérico; las casas de comidas son restaurantes más apegados a nuestra tradición. Muchos de ellos han dado gloria a nuestra gastronomía. De entre una retahíla de grandes casas de comidas, como el centenario Casa Ciriaco, El Padre, o De la Riva, se encuentra Vinoteca Moratín.

Marcos Gil ha logrado asentar un proyecto personal que ubicado en el Barrio de las Letras, se ha hecho referencia imprescindible en las agendas de aquellos que disfrutan del buen comer y mejor beber. De hecho, su libro de reservas es de los más codiciados de la capital y pretender una mesa en fin de semana puede suponer un mes de antelación. Una casas de comidas y más esta, tiene como puntal de su propuesta el producto que Marcos adquiere a diario en el cercano mercado de Antón Martín. La Bodega, en cambio, se nutre de una tienda cercana, Bodega Trigo, de la que adquieren sus mejores ofertas.

Hablando de casa de comida, indicar que en esta ocasión su acepción se refiere únicamente al estilo de cocina, al producto, al recetario sencillo y a las ejecuciones absolutamente caseras. Porque su interior denota una sensibilidad y un gusto que va más allá de la rusticidad que se imagina en este tipo de locales. Paredes elegantemente desnudas, una cuidada selección de obras de arte contemporáneo, contenido, sin estridencias, que complementa con una iluminación estudiada, que resalta la belleza interior del local. La mesa junto a la estantería es nuestra favorita.

En Vinoteca Moratín todo está medido y controlado, todo es de dimensiones limitadas para que así, su propuesta se pueda mimar al máximo. Sólo una docena de mesas, eso sí, bien distribuidas, de modo que ninguna interfiere en la intimidad de la otra. Del mismo modo la carta es limitada, sólo algo más de una decena de platos que conforman una carta muy interesante. La prueba palpable de que una carta reducida y pensada dificulta la elección de la comanda. Su cocina es casi el último bastión de locales que mantienen ejecuciones y presentaciones caseras.

Algunos de sus clásicos: Los puerros con salsa romescú, que es el plato más solicitado. Puerros tiernos, sabrosos que confitan lentamente y aderezan con la salsa romescú, eso sí mucho más ligera. Sus canelones de carrillera de ternera, son excelentes. El steak tartare esta perfectamente aderezado y la calidad de la carne es sobresaliente. El pollo asado al vino albariño, es sabroso y con un contrapunto de acidez que compensa la medida intensidad del asado.

Su carta de vinos persigue la misma filosofía que el resto de la propuesta. Oferta limitada en cantidad para que la calidad resalte. Sólo unas pocas etiquetas, muy seleccionadas entre las que destacan vinos blancos de Madrid, albariños y godellos y tintos de garnacha, mencía y tempranillo, de bodegas muy interesantes, fuera de lo común. Cocina, ambiente y servicio, posicionan esta casa de comidas entre los locales más atractivos de Madrid.

Vinoteca Moratón

 C/ Moratín 36
Madrid
Teléfono:  911 27 60 85

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