Hotel Semáforo de Bares, el placer de alojarse en el extremo norte de España

  • Un hotel no siempre tiene que sorprender por el lujo de sus salones y los tratamientos de agua del spa. En este las vistas son espectaculares.
Hotel Semáforo de Bares
Hotel Semáforo de Bares

Estaca de Bares era para muchos tan sólo aquel punto que señalaban en el mapa y que que se enseñaba en la EGB o en Primaria como el lugar al norte más extremo de la Península. Para otros en cambio era un lugar ocupado por la bruma, y batido constantemente por la fuerza del oleaje del Mar Cantábrico. Un paisaje de verdes intensos que en nuestra imaginación se ocultaba tras una aureola de misterio apagada por la niebla que siempre debía reinar en el punto más septentrional de España. Era tierra ignota y desconocida, que se antojaba solitaria y a la que sólo se adentraban pescadores y ‘percebeiros’. Allí está el hotel Semáforo de Bares.

En pocos sitios como en Estaca de Bares un mismo paisaje muestra caras tan diferentes según incidan las nubes y el sol. Una postal de rocas que incluso parecen que llegan a cambiar de forma cuando las nubes disimulan su silueta al eliminar la precisión que de sus aristas vivas dibuja el sol. El agua del mar se transforma desde una fuerza violenta, casi iracunda; a un mar tan tranquilo que hace desconfiar. Una costa agreste y salvaje, de acantilados abruptos, pero que se completa con praderas verdes que suavizan el paisaje. Un lugar de molinos abandonados y bases militares abandonadas, paso obligado en la migración de aves europeas.

El Semáforo de Bares se asienta sobre una costa aún virgen, apenas tocada por la mano del hombre. Al norte sólo existe un mar impenetrable cuando el agua se muestra gris y amable y navegable cuando torna en azul. Hasta 1960 el Semáforo funcionaba como complemento al Faro, guiando a los barcos que por allí transitaban entre temporales mediante códigos de comunicación con banderas. Allí mismo se abre una lengua de agua, la ría do Barqueiro cuyos senderos se recorren para llegar a los pueblos más cercanos de techos de pizarra y fachadas de colores.

Un hotel no siempre tiene que sorprender por el lujo de sus salones y los tratamientos de agua del spa. Hay veces que sólo basta un emplazamiento tan salvaje y diferente como el de Estaca de Bares. Un lugar indómito en el que cuando amanece, uno se siente como el primer hombre que pisa el verde de una hierba mullida regada por el relente. Por las noches las puestas de sol resultan un espectáculo grandioso. El sol crece mientras enciende el cielo y el mar con su luz cálida y anaranjada, hasta que en un instante se oculta bajo la línea del horizonte. Poco después, la noche regala con un paisaje de estrellas infinitas difícil ver en otras latitudes.

Si puede permitírselo reserve la suite que abre en redondo sus inmensos ventanales para dejar que el mar y el paisaje se cuelen en la habitación. No hay nada más parecido a dormir en plena naturaleza. Su comedor sólo abre en temporada y por las noches dan preferencia a sus huéspedes. Producto local, bien elaborado, recetas sencillas pero ricas: Almejas, berberechos, navajas, pescados y buenos postres. El Semáforo de Estaca de Bares es un hotel para descansar, para leer novela, para mirar al mar, para recorrer senderos hasta los pueblos cercanos, para asombrarse con las puestas de sol y con un firmamento cargado de estrellas.

Hotel Semáforo de Bares

Santa María de Bares
Manón
Galicia
Teléfono: 981 41 71 47

http://www.hotelsemaforodebares.com/index.html

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