Jesús Castro: "Pensaba que durante un tiempo me conocerían por 'El Niño' y después pondría copas"

MADRID, 11 (CHANCE) Ha pasado poco más de un año desde que Jesús Castro saltó a la popularidad. Sus aires de chico malo y sus ojos azules conquistaron al gran público y poco a poco ha ido dejando ver todo el talento que tenía dentro. Tras triunfar en el cine y sorprender como uno de los actores revelación, el gaditano de 22 años rueda su segunda serie, "Mar de plástico". Esta vez lo hace volviendo a su tierra, a Andalucía, concretamente a los invernaderos de Cortijo Blanco en Almería. Allí da vida a Lucas, un joven de pueblo, racista y dueño del único bar del lugar, además confiesa que se trata del papel más difícil que ha interpretado hasta el momento. El actor pasó de ser churrero a dejarse seducir por la interpretación, y según parece ha llegado para quedarse. Una profesión que lo ha enamorado y por la que lleva ya dos años sin vacaciones.- ¿Cómo está siendo el rodaje con estas temperaturas? - Es muy difícil, las temperaturas son abrasantes y además está el vestuario. Estamos en Almeria, en Andalucía, mi tierra, y en ese aspecto estoy muy contento. Tenía ganas de volver a Andalucía a trabajar.- ¿Es diferente? - Sí, no sé el qué pero trabajar en Almería es diferente.- ¿Cómo aprovechas el tiempo libre que os queda? - Voy a la playa, estoy en el hotel o voy al gimnasio. No hago mucho porque nos queda muy poco tiempo.- ¿Cómo surge que formes parte de esta serie? - Estaba rodando otra serie y me comentaron este proyecto. Me enviaron el guion y Eva Leire y Yolanda Serrano me dieron una separata para hacer la prueba. La pasé y hago de Lucas, un chaval de pueblo que nunca ha salido de allí. Lleva el único bar que hay en el pueblo, es racista y cree que la emigración es la culpable de todo lo malo que pasa en el pueblo.- ¿Eres asesino? - Eso lo veremos en el siguiente capítulo (ríe).- Tienes poco que ver con tu personaje* - No, no tengo nada que ver, yo soy un cacho de pan.- Se refleja la dureza en la que viven los inmigrantes* - Sí, son nefastas las condiciones económicas y las climatológicas también. Dentro de uno de los plásticos del invernadero la temperatura puede rondar los 50 grados. Imagino que si nosotros lo pasamos mal, ponerme en la piel real de uno de ellos debe ser horrible.- Tu habrás podido estar metido en los invernaderos, ¿Qué se siente? - Se está calentito y a gusto, por eso crecen tan bien los tomates.- ¿Crees que esta serie generará polémica? - No lo sé. Ahora mismo no pienso en eso, pienso en hacer un buen trabajo y que el resultado sea bueno. A partir de ahí ya veremos qué viene.- ¿Te ha costado preparar el personaje? - Me ha costado un poquito porque creo que es el más difícil que he hecho hasta ahora. Ya le he pillado el punto.- ¿Por qué es el más difícil? - Porque tiene una mente muy complicada y tiene muchos conflictos internos, es alcohólico y su madre murió. Además se van desarrollando cosas que hacen que vaya cambiando. Tiene mucha rabia y mucha impotencia.- Se compara esta serie con "La isla mínima", tú que has estado en los dos proyectos, ¿Crees que es verdad? - Lo que corroboro es que la localización tiene una fuerza increíble y se convierte en un personaje más. Los fondos son espectaculares y te meten en el ambiente.- ¿Qué tal has congeniado con el resto de actores? - Me llevo muy bien con todos, con Luis Fernández es con el que he tenido más feeling, para mí ha sido un descubrimiento.- De esa pareja no puede salir nada bueno* - Pueden salir cosas buenas (ríe).- ¿Salís mucho de fiesta? - No, se van todos y Luis y yo nos quedábamos en la habitación pasando el texto.- ¿Estáis disfrutando de Almería? - Sí, hay que intentarlo. Cuando terminamos de trabajar hay que intentar montarlo un poco bien, sino esto no puede ser.- Llegaste a la interpretación de casualidad y parece que has llegado para quedarte* - De eso se trata, de llegar para quedarse, no hacer un proyecto y desaparecer. Pensaba que durante un tiempo me conocerían por "El niño" y después trabajaría poniendo copas. Al final he ido empalmando un proyecto con otro y parece que voy por el buen camino.- ¿Sientes que ya te has quedado en esta profesión? - No y no creo que lo sienta nunca. Siento que me queda muchísimo por aprender, tengo el teléfono en modo esponja, cuando habla la gente que sabe me callo y escucho.- ¿Te gusta la televisión? - Sí, me adapto a lo que sea. Tanto cine como televisión, ser actor es el primer trabajo en el que no miro el reloj. Bueno, a 35 grados lo miro un par de veces (ríe). Los tiempos en televisión y cine son diferentes pero estoy empezando y no me voy a poner exquisito, voy a dar el callo en todo.- ¿Desde cuándo no tienes vacaciones? - Desde que empecé, pero ya tendré tiempo de parar.- ¿Qué notas que ha cambiado en estos dos años? - Noto que he aprendido mucho. Sé que tendré tiempo de vacaciones pero no tanto tiempo para aprender con la gente con la que estoy. Ahora toca trabajar y ya tendré tiempo de vacaciones.- ¿Qué has aprendido en este tiempo? - No te lo puedes imaginar. No hay curso de interpretación que te enseñe esto, he aprendido a la vez que estaba trabajando y con los mejores, es como un máster. Si paro me formaré, todo lo que sea aprender está bien.- ¿Qué ha sido lo más difícil de todo este cambio en tu vida? - La tranquilidad, soy muy tranquilo, necesito mi soledad y mi espacio pero ahora todo el mundo conoce mi burbuja. Ahora las cosas básicas que antes hacía no puedo hacerlas, no puedo ir a mi playa. Estoy a ver si me dejan una moto de agua y me dejan inspeccionar la costa de Almería.- ¿Qué sitios recomiendas de Cádiz? - En Tarifa no hace viento o Zahara de los Atunes. El chiringo el sureste en el Palmar, es de un amigo mío y lo añoro mucho. Del restaurante El campero en Bárbate añoro mucho su atún rojo.