Jorge Blass dice adiós al pasado y abraza la magia 2.0 en "Birlibirloque"

  • Facebook en lugar de naipes, el iPhone a modo de varita mágica y Google Earth sustituyendo a la chistera y el conejo: Jorge Blass regresa a los escenarios con "Birlibirloque", un montaje en el que este joven mago reinventa el oficio y abre las puertas a la tecnología para brindar un espectáculo 2.0.

Madrid, 19 sep.- Facebook en lugar de naipes, el iPhone a modo de varita mágica y Google Earth sustituyendo a la chistera y el conejo: Jorge Blass regresa a los escenarios con "Birlibirloque", un montaje en el que este joven mago reinventa el oficio y abre las puertas a la tecnología para brindar un espectáculo 2.0.

"No podemos hacer los trucos del pasado, tenemos que seguir ilusionando al público escéptico de hoy en día. Si enseñas una chistera, ya no puedes hacer aparecer un conejo", ha explicado hoy en un encuentro con periodistas este mago de inicios precoces que se enamoró de la profesión a los 12 años... y hasta hoy.

"Birlibirloque", que estará en el Teatro Compaq Gran Vía de Madrid hasta el próximo 7 de octubre, está dirigido a todos los públicos y combina a lo largo de una hora y media la magia de Blass con la música compuesta a propósito e interpretada en directo por Nacho Mastretta y su banda.

El mago conoció a Mastretta en una gala hace un par de años, y desde entonces estaban deseando trabajar juntos.

Una bola de bolos que levita por los aires en un guiño a la ley de la gravedad, una visita llena de sorpresas a la casa de una persona del público con la ayuda del sistema de mapas de Google Earth o el amigo de otro espectador que aparece en el teatro en un truco en el que se emplea la red social Facebook son algunos de los momentos destacados del espectáculo.

"La tecnología es una herramienta que nos permite reinventar la magia y acercarla aún más al espectador", ha explicado este mago a quien le lleva desde unos meses a varios años desarrollar cada nuevo truco. El de Facebook, por ejemplo, tiene detrás 3 años de trabajo.

Sin embargo, para este ilusionista el momento cumbre tiene menos que ver con la tecnología, pues es una gran tormenta de mariposas que inundan el teatro cuando la función llega a su fin.

Blass ha asegurado que "de la magia se puede vivir, porque siempre es demandada". Él mismo lleva casi tres lustros haciéndolo y desvela que uno de los principales clientes de los magos son las empresas, "que quieren ilusionar a sus trabajadores para que estén motivados".

Una motivación que la crisis amenaza con liquidar, aunque el mago defiende que cuando corren malos tiempos "la magia es un chute de energía, de ilusión".

"Los magos no podemos hacer desaparecer la crisis, pero sí generar ganas de movernos. Es un momento de oportunidades, de reinventarse", ha subrayado.

Además, recuerda con cariño a su maestro, el mago Juan Tamariz, de quien aprendió "la teoría y la técnica", sin olvidar a otros refenentes como el holandés Fred Kaps o los estadounidenses Penn & Teller, autores de "una magia muy irreverente, como debe ser hoy en día".

Y aunque haya abrazado la magia 2.0, reconoce que su "superhéroe" sigue siendo el mago húngaro Harry Houdini, "padre" del escapismo y de la publicidad: "nadie ha conseguido igualar la emoción que generaba en el público", ha añadido.

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