La gran Finca Cortesin uno de los 50 mejores hoteles del mundo

  • En plena Andalucía, a medio camino entre Marbella y Sotogrande, se encuentra uno de los mejores hoteles del mundo y una cocina con Estrella Michelin.
Finca Cortesín
Finca Cortesín
Finca Cortesín

Cuando la gastronomía de un hotel, de esos pocos que realmente se pueden calificar como Gran Lujo, excede, o al menos se equipara al nivel del resto del complejo es que las cosas se están haciendo muy bien. Si a la situación casi perfecta, a un kilómetro escaso de la playa, la calidad y el confort de las suites, que tres cuartas partes se destinen a zonas verdes, y que cuente con un gran campo de golf y tremendo spa; además, se disfruta de la delicada cocina con Estrella del restaurante Kabuki, y de la inigualable calidad de la pasta del desbordante Tumbarello en Don Giovanni; la fórmula es imbatible.

Equipo de cocina Kabuki Raw. Finca Cortesín
Equipo de cocina Kabuki Raw. Finca Cortesín

En un pueblo blanco malagueño, de esos con que regalan encanto, situado a medio camino entre la trepidante Marbella y la exclusividad de Sotogrande, en Casares; abrió hace ya ocho años un gran hotel que ha hecho de la hospitalidad e intimidad, del emplazamiento, de su elegancia discreta y la belleza de sus espacios abiertos; todo un referente no sólo en la zona, sino en toda Europa. Este año ha merecido incluso, la consideración de la revista inglesa Conde Nast Traveller, como uno de los 50 mejores hoteles del mundo, según sus lectores.

Sala Kabuki Raw Finca Cortesín
Sala Kabuki Raw

El spa de Finca Cortesin es, junto a la gastronomía, uno de los espacios más reconocidos del complejo hotelero. Más de dos mil metros destinados a zonas de aguas termales, tratamientos y masajes y zona de gimnasio y piscina. Amplias salas individuales, dotadas de suelo radiante y camillas técnicas en la zona de masajes y tratamientos y entrenadores personales en la zona de gimnasio y piscina que controlan, ayudan y dirigen los entrenamientos para tonificar la musculatura.

Kabuki Raw es el restaurante de cocina japonesa del maestro Ricardo Sanz, que ha ido extendiendo sus dominios desde su primer local en Madrid a los cuatro que posee hoy en día y todos y cada uno de ellos cuenta con reconocimiento Estrella Michelin. Kabuki (teatro en japonés) Raw tiene por escenario el mejor de los posibles. A su barra de sushi, verdadero punto de encuentro con la cocina nipona, se suman comedores de una elegancia clásica por un lado y oriental por otro, que nos transporta sin querer al esplendor y lujo de tierras asiáticas impregnados con el sello colonial francés de los primeros años del siglo pasado.

El chef Luis Olarra, al igual que todo el resto de cocineros del grupo Kabuki, utiliza sólo los mejores pescados y mariscos posibles. La propuesta de la carta acentúa en especies locales y productos orgánicos de la propia huerta del hotel que sirve en hábiles combinaciones en los que fusiona las depuradas técnicas japonesas con productos de la cocina tradicional Mediterránea y española en particular.

Excelentes los sashimis de pargo y el de cigala real con salsa ponzu así como el, de toro (ventresca). Los niguiris de sardinas o el de huevo frito, las tortillas de camarón salvaje y su delicada versión del pan con jamón y tomate que aquí interpreta con un usuzukuri de toro y mollete. Son los guiños de Ricardo al producto y elaboraciones locales. Los tartares excepcionales ligeramente picantes y con huevo de corral. Impecable la tempura de gamba roja, o los niguiris de atún con mostaza de dijon, y los de anguila (que traen vivas de Levante y se sacrifican in situ según manda la tradición japonesa).

Los pescados y mariscos como unas navajas especiales; se asan en las brasas de un carbón que traen de Japón, que tiene una combustión más lenta y produce menos humos, lo que permite que los sabores sean más nítidos y menos ahumados.

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