En un lugar de la Mancha... se encuentra la mejor chuleta del mundo

  • Con una carta de presentación con mucho pedigrí, el restaurante Essentia, en Cuenca, presume de tener una de las mejores carnes
El lomo alto de raza Ayrshire © Essentia
El lomo alto de raza Ayrshire © Essentia

En la tierra de los zarajos, del morteruelo y del ajo se encuentra un manjar sorprendente, viajero y que ha realizado miles de kilómetros hasta aterrizar en Tarancón, concretamente en el restaurante Essentia, cuyo principal emblema para atraer al cliente es el orgullo de servir una de las carnes más prestigiosas del mundo.

Un reto tan mayúsculo como quijotesco que validó en 2018 el World Steak Challenge, los ‘Oscar’ de la carne. Entre más de 200 cortes y procedente de 35 razas distintos, el protagonista de la velada fue el solomillo de carne de vaca finlandesa de raza Ayrshire, distribuida por una empresa danesa. Con la vista puesta en ofrecer mucha ‘chicha’, los responsables de Essentia se pusieron manos a la obra para hacer que esta ciudad conquense, a 45 minutos de Madrid y en plena carretera de Valencia fuera uno de los puntos gastronómicos de referencia de la ruta.

Para ello se pusieron a catar diferentes piezas, completando una suerte de Naciones Unidas del bovino, testando animales que llegaron de Alemania, Francia, España o Suecia. El convencimiento les llegó con aquella raza Ayrshire, oriunda de Escocia pero que encontró un buen pasto en Finlandia. Y ya se sabe que los animales, igual que los humanos, no son de donde nacen sino de donde pacen.

Migas manchegas para abrir boca © Essentia
Migas manchegas para abrir boca © Essentia

Con un marmoleado perfecto, una óptima consistencia de la grasa y un aroma único, la carne de estos bóvidos viajeros vale, casi literalmente su peso en oro. Irónicamente esta raza –la Ayrshire- es mayoritariamente de aprovechamiento lácteo pero en las verdes praderas finesas ha encontrado un lugar en el que su carne alcanza cotas de sabor casi perfectas. Por eso en Essentia, en esa búsqueda de la perfección al paladar, apostaron por cargar sus cámaras con las mejores piezas de lomo alto –de donde sale el corte del chuletón- para brindar a sus clientes una oportunidad de catar la mejor carne del mundo.

Alrededor de 1.200 son los chuletones que se despachan anualmente desde sus brasas. Una cifra más que respetable si tenemos en cuenta que de cada animal no se obtienen más de 10 chuletas –si queremos hacerlas generosas- y que conviven en la carta del restaurante con otras excelencias más patrias. Gestionado por la familia Riansares Loriente, uno de los referentes del porcino ibérico, Essentia ofrece distintos cortes en los que la carne jugosa y la brasa se encargan de convertir la parada en Tarancón en una experiencia organoléptica.

La jugosidad del torezno como entrante © Essentia
La jugosidad del torezno como entrante © Essentia

El propio Sancho Panza, buen escudero de Don Quijote y amante de la buena vida, posiblemente habría desistido de cabalgar a lomos de Rucio si en sus tiempos hubiera existido Essentia. Lo cierto es que en esta estepa manchega, donde la oveja es la protagonista, disfrutar de una carne llegada de Finlandia es una rareza –muy sabrosa- que seguro habría hecho que tomaran por loco tanto a Alonso Quijano, a Sancho y al mismísimo bachiller Sansón Carrasco.

Sea como fuere, afortunadamente en La Mancha ya no sólo se paladean los crujientes zarajos, el poderoso ajoarriero o los duelos y quebrantos en los que Miguel de Cervantes se inspiró para crear las recetas quijotescas. Carnes finlandesas maduradas en amplísimas cámaras entre 30 y 60 días se convierten así en una suerte de molinos que uno creería utópicos. Afortunadamente la realidad nos despierta en el mismo corazón de Tarancón para paladear un corte único y comprobar que no soñábamos ni tomábamos el pelo del comensal.

Junto a las chuletas, estrellas del menú, otras opciones se abren para los que no han tenido suficiente con estas suculentas tajadas; o para los que prefieren cambiar de registro. Piezas de ibérico como la presa, el secreto o el lagarto, bien marcadas en la parrilla, son otro de los imanes con los que Essentia tienta a todos aquellos que cojan carretera y manta en esta ruta manchega.

Uno de los salones del restaurante © Essentia
Uno de los salones del restaurante © Essentia

El plantel se completa en mesa con recetas tradicionales en las que el producto es protagonista. Ya sea en ensaladas –necesarias para refrescar el paladar- o en guiso –por si uno necesita más contundencia, Essentia ofrece una amplia selección de recetas manchegas con las que convencer al comensal de que no podía haber hecho una mejor parada en su ruta.

Todo ello en un entorno tranquilo, relajado, que convierte un lugar, para muchos de paso, en una parada obligada y que más de un madrileño consagrará como su restaurante de referencia para el fin de semana.

Restaurante Essentia

Avenida de Adolfo Súarez, 30
Tarancón, Cuenca
Teléfono: 969 322 397

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