La República del Congo pide a Asia que devuelva o destruya el marfil ilegal

  • El ministro de Bosques de la República de Congo, Henri Djombo, pidió hoy en Bangkok a los países asiáticos que devuelvan el marfil confiscado a sus países de origen o lo destruyan como medida para reducir el tráfico ilegal y la caza furtiva de elefantes.

Bangkok, 7 mar.- El ministro de Bosques de la República de Congo, Henri Djombo, pidió hoy en Bangkok a los países asiáticos que devuelvan el marfil confiscado a sus países de origen o lo destruyan como medida para reducir el tráfico ilegal y la caza furtiva de elefantes.

Djombo dijo que la lucha contra la caza ilegal de elefantes no depende tanto de perseguir a los furtivos como de poner bajo control los mercados asiáticos a los que se dirige el marfil obtenido ilegalmente.

"Si suprimimos el mercado, controlamos la demanda (...) Cuando no haya más compradores, no habrá más traficantes", dijo en rueda de prensa durante la Convención sobre Comercio Internacional de Fauna y Flora (CITES).

El ministro defendió el comercio de marfil obtenido legalmente, pero llamó a limitar el que circula ilegalmente al considerar que la reducción del mercado disminuirá la demanda.

"Las reservas confiscadas hay que devolverlas y cada país decidirá si lo destruye o no. Lo preferible es que el marfil ilegal sea destruido. Esto lo puede hacer también el país que lo haya confiscado de acuerdo con el de origen", dijo Djombo en rueda de prensa.

Ensalzó el compromiso en lucha contra la caza furtiva de elefantes que lleva a cabo su país, que introdujo cambios legales para imponer penas de cinco años de cárcel y multas de 20.000 dólares a los responsables.

En 2012, las autoridades del país centroafricano detuvieron a 50 personas relacionadas con la caza furtiva de elefantes y el tráfico ilegal de marfil, de las cuales, 17 fueron condenadas a prisión.

Según Djombo, 5.000 colmillos de elefante fueron incautados en 2011 en África, donde está prohibido todo comercio de marfil, una medida que el ministro evitó recomendar a los países asiáticos.

El ministro también felicitó a Tailandia por su anuncio de introducir cambios legales que prohíban el tráfico ilegal de marfil en el país, que acoge el segundo mercado mundial, pero donde solo está autorizado el comercio de los colmillos obtenidos de elefantes autóctonos.

Según un estudio del programa de vigilancia de elefantes de la CITES, el tráfico de marfil se triplicó durante la última década, lo que provocó que se doblara el número de paquidermos abatidos.

La investigación determinó que en 2011 fueron muertos ilegalmente 17.000 ejemplares en las poblaciones bajo vigilancia del programa, que representan el 40 por ciento del total, y que la tendencia se mantuvo en 2012.

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