La Taberna El Zorzal, es ese lugar que todos recomendaríamos a un amigo

SEGUIR

• 

Introduzca el texto aquí

El Zorzal resume la magnífica cocina de Iván Saéz, porque hace referencia a la cocina de aquel restaurante mítico que nació del Zaranda de Fernando Pérez Arellano; porque es una pieza de caza menor, una de las especialidades de Iván en la cocina y; porque allí coincidió con Ernesto Muñoz quien ha sido su segundo durante muchos años y que hoy, como socio, lleva el día a día de esta pequeña taberna de cocina sencilla pero tremendamente rica. La Taberna El Zorzal, es ese lugar que todos recomendaríamos a un amigo porque todos los platos de la carta superan el notable y el precio final es de matricula.

Frente por frente con La Candela Resto, la Taberna se localiza a un costado de la plaza de Oriente, la más emblemática y monumental de Madrid, la única que podría competir con el urbanismo del resto de capitales europeas. Iván y Ernesto han comenzado este proyecto como se deben empezar las nuevas aventuras y como hizo con Desencaja, poco a poco: Un local pequeño, pero al que han sacado todo el partido posible, ladrillo visto y azulejos tabernarios que se suponen centenarios. El personal medido tanto en cocina como en sala, lo que no obsta para que sea muy amable y correcto.

Por Rafael Molina

Mira también

Bacira, uno de los restaurantes más atractivos de Madrid, cumple cuatro años

Y si analizamos la cocina de El Zorzal, nos encontramos con el tipo de comida que busca la mayoría cuando sale a cenar. Platos sencillos y muy ricos, recetas clásicas muy bien hechas. Una cocina sencilla pero que ejecutan con solvencia para mostrarse de notable alto en el plato. Una carta medida de la que apetece probar la mayor parte de sus platos. Muy buenas las croquetas de jamón y mejores lo buñuelos de bacalao en tempura; ambas en raciones generosas para compartir de 10 unidades cada una. La ensaladilla rusa con bonito elaborado en la casa.

El huevo frito de corral con espuma de patata ahumada y trufa, es uno de los platos más atractivos. El arroz meloso de carabinero muy bien resuelto y los tradicionales chipirones en su tinta, que cocinan a fuego lento resultan delicados, blandos y de nuevo muy ricos. El rabo de toro deshuesado, una de las referencias de la casa, efectivamente merece todos los elogios. Un cilindro de carne guisada a baja temperatura con chirivías y verdura. El pichón de Bresse o el pollo en pepitoria, otros dos platos a los que Ernesto extrae todo su potencial para presentarlos en dos preparaciones magníficas.

A pesar de ser una taberna sencilla, sin aspiraciones aparentes más allá de su cocina, la puesta en escena de su comedor sorprende gratamente. Mesas vestidas con manteles y servilletas de tela amplias denotan una preocupación y una buena predisposición por cuidar las formas y los detalles. Un pan muy rico es otra de las señales con las que nos avisan de que aquí todo está pensado y cuidado al máximo. Del mismo modo, los postres actúan como colofón final y a buen nivel con una torrija de Brioche al más puro estilo Berasategui o una tarta de manzana

Además, El Zorzal, cuenta con dos menús. Uno degustación por 32€ que incluye aperitivo, varias entradas, un pescado y una carne es el perfecto para hacer una ronda completa por lo mejor de esta taberna. Entre semana y al mediodía cuentan con un extraordinario menú del día que por supuesto está a años luz de cualquier otro que se sirva en varias manzanas a la redonda y por sólo 15 € con propuestas como crema fría de bogavante, secreto ibérico marinado, asado a la parrilla, cremoso de hinojo ahumado y patatas risoladas y flan de queso con helado de Baileys.

¡Un sitio para recomendar a un buen amigo! Aprovechen que pronto se llenará y será difícil encontrar mesa.