La tortilla de patata afianza su hegemonía en el paraíso de lo exquisito

  • Triunfó en su debut el año pasado y en 2012 revalida su poderío en el paraíso de lo exquisito: es la tortilla de patata congelada de Senén González, que por delante de los ibéricos, el caviar y la trufa vuelve a ser el manjar con más "lista de espera" en la cita social y gastronómica Millesime Madrid.

Lorena Cantó

Madrid, 4 oct.- Triunfó en su debut el año pasado y en 2012 revalida su poderío en el paraíso de lo exquisito: es la tortilla de patata congelada de Senén González, que por delante de los ibéricos, el caviar y la trufa vuelve a ser el manjar con más "lista de espera" en la cita social y gastronómica Millesime Madrid.

Las pasiones que levanta la más patria de las recetas en su versión "fast food", además mejorada respecto al año pasado, llama la atención en este evento, especialmente porque a pocos metros el público puede degustar delicatesen que, a diferencia de la tortilla, no están al alcance de presupuestos modestos.

Entre ellas, los platos recién elaborados de cocineros consagrados con dos estrellas Michelin, como Paco Roncero y Óscar Velasco, o las creativas propuestas de jóvenes promesas de la cocina.

También brilla este otoño en Millesime la cocina de La Rioja, región que luce el título de Capital Española de la Gastronomía en 2012 y cuyos cocineros -José Félix Rodríguez y David González, entre otros- despliegan ahora en Madrid el tronío de una cocina tradicional con mil lecturas modernas.

En los 8.000 metros cuadrados que ocupa este espectáculo gastronómico, inspirado este año en la naturaleza, se pueden probar recetas como el capuchino de alubias pintas con espuma de patata de Julio Fernández, el sushi vegetal de Fernando del Cerro y una deliciosa muestra de la exótica y colorida cocina de Colombia, país invitado este año a Millesime.

Aquí, en la zona del aperitivo y con permiso de la celebrada tortilla, compiten por satisfacer los paladares más exigentes el caviar de Riofrío, a la conquista de una Rusia que ha descuidado la producción de su más famoso manjar; el jamón ibérico de la Dehesa de Extremadura y Guijuelo (Salamanca), el aceite de oliva o los aromáticos "inventos" a base de trufa del italiano Andrea Tumbarello.

Vinos de la Ribera del Duero, el fino andaluz, mucha cerveza española y champán ayudan a los invitados a abrir boca, pues les espera un almuerzo elaborado por nueve grandes cocineros (juntos suman casi una docena de estrellas Michelin y 18 soles Repsol), que divididos en tres equipos darán de comer cada día a unos 700 comensales, en tres comedores lujosamente decorados.

Óscar Velasco, Marcelo Tejedor, Francis Paniego, Jordi Cruz, Patxi Eceiza, Jordi Cruz, Marcos Morán, Yayo Daporta, Daniel López y Fernando Canales son los encargados de unos menús en los que se encuentran delicias como el ravioli de faisán, "el Mediterráneo en un plato", la fabada de Prendes, sardinas marinadas, asadas y ahumadas, paletilla de cordero con dulce de zanahoria o cola de cigala con tarama de mejillón.

Tras el almuerzo, la sobremesa, con reconocidos especialistas de coctelería preparando combinados de diseño.

Este año, como novedad, se ha instalado en Millesime una terraza en la que se pueden degustar destilados de alta gama -no podía faltar el sempiterno gin tonic-, en un espacio acogido con entusiasmo por los fumadores.

Además, los amantes de lo dulce no necesitarán viajar a Girona para probar uno de los más famosos postres del Celler de San Roca (tres estrellas Michelin y número 2 del mundo, según la revista Restaurant), ya que la heladería "Rocambolesc" ha instalado una minisucursal en Millesime que sirve el alabado "Helado lácteo", a base de leche de oveja, confitura de guayaba, leche de oveja caramelizada y algodón de azúcar.

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