Las bicis de piñón fijo, moda que desafía a la jungla de asfalto en Bangkok

  • Los aficionados a la bicicleta de piñón fijo han tomado las calzadas de Bangkok para practicar un deporte de riesgo entre el diabólico tráfico de esta apelmazada metrópoli en la que se compite por un palmo de espacio.

Irene Alconchel

Bangkok, 19 jul.- Los aficionados a la bicicleta de piñón fijo han tomado las calzadas de Bangkok para practicar un deporte de riesgo entre el diabólico tráfico de esta apelmazada metrópoli en la que se compite por un palmo de espacio.

En la capital de Tailandia, donde impera la aceptada pauta de que el vehículo mayor desplaza al menor y todos ignoran al peatón, ha causado sorpresa la irrupción de estos simples velocípedos sin frenos manejados por intrépidos ciclistas que a diario buscan un hueco en la jungla de asfalto.

Las bicicletas de piñón fijo son un medio de transporte reducido a la mínima expresión -manillar, ruedas, cuadro y sillín-, más conocido por su nomenclatura anglosajona "fixed gear", que hace las delicias de acróbatas y audaces ciclistas urbanitas.

Estos modelos inspirados en las bicis de los velódromos llegaron a Tailandia hace un par de años, cuando los primeros ejemplares procedentes de Hong Kong y Japón se popularizaron gracias al interés suscitado entre varios artistas y diseñadores famosos.

Hoy más de 300 entusiastas de esta modalidad de pedaleo forman parte de la veintena de clubes que recorren la ciudad y se citan para intercambiar piezas de sus exclusivos ejemplares y practicar nuevas piruetas.

"La primera vez que vi una "fixed" fue en Tokio donde quedé totalmente prendado, ¿qué es esto tan simple y al mismo tiempo tan divertido?. Al regresar a Tailandia comencé a investigar y así nació mi pasión", explica a Efe Wararat Puapairoj, de 28 años.

Waratat compagina su trabajo de diseñador con el de gerente de un restaurante dotado de un taller de "fixed" ubicado en una tranquila zona residencial de Bangkok al que a diario acuden decenas de jóvenes a preparar sus bicicletas y de paso charlar y tomar algo.

El fenómeno de estas bicis "vintage" se ha popularizado entre la clase acomodada tailandesa y particularmente atrae a fotógrafos, diseñadores, arquitectos o artistas que invierten su tiempo y dinero en una actividad que muchos sólo consideran una moda cara.

Y es que estos vehículos, donde la elegancia prima por su sencillez podrían considerarse de lujo en Tailandia puesto que su precio ronda los 20.000 baht (unos 450 euros), muy superior al de una bicicleta ordinaria que cuesta 5.000 baht (algo más de cien euros).

Esta actividad es además arriesgada debido a las dificultades para frenar, ya que una opción es la de reducir progresivamente el pedaleo hasta detenerse y otra la de parar en seco bloqueando la rueda trasera con el pie para derrapar.

Estas maniobras multiplican su peligrosidad de forma evidente si se trasladan a las bulliciosas y atestadas calles de Bangkok.

"La concentración que necesitas para manejar las bicis de piñón fijo te hace pensar en el futuro, todos tus sentidos están alerta cuando pedaleas en la ciudad", indica Sirilak Mahajantanaporn.

Este joven abandonó hace unos meses su empleo en un prestigioso despacho de arquitectos para servir mesas en el taller restaurante de Waratat para cambiar de aires.

Ambos forman parte de una banda conocida como "Velayenn", que significa "atardecer" y se reúnen cada semana para salir juntos a montar en bici cuando la temperatura es menos sofocante.

Eligieron este nombre porque toman la calzada cuando cae el sol, para evitar el calor y la humedad que llegan a ser insoportables durante el día, otro handicap, que junto a la contaminación, hace casi impracticable el deporte al aire libre en Bangkok.

"La nuestra es una alternativa mejor a la de estar bebiendo los fines de semana, además en los cafés y talleres tenemos la seguridad de que nadie nos va a robar las bicis", dice Rafiq Ridzwan, dueño de un restaurante llamado "Pedalicious".

Rafiq defiende la irrupción en Asia de las bicis de piñón fijo porque a su juicio "para muchos puede ser una moda más que pasará en unos años, pero por otro lado también hay una gran comunidad de ecologistas concienciados en la necesidad de dejar de contaminar que han elegido la bicicleta para dar el primer paso". EFE

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