De origen canario

Leche de camella, nuevo superalimento: protege el corazón y frena la diabetes

Una granja camellar de Fuerteventura prevé ponerla a la venta a finales de 2022. Es la más parecida a la leche materna, no tiene lactosa y destaca por su gran valor probiótico.

Leche de camella, el proyecto de Dromemilk Camel Bio Farm
Leche de camella, el proyecto de Dromemilk Camel Bio Farm
Dromemilk Camel Bio Farm

A principios de siglo, solo quedaban cuatro dromedarias de una especie autóctona de Canarias en España y unas 1.000 en todo el planeta. Estaban en riesgo de extinción y solo se utilizaban para dar paseos a turistas. Pero gracias a la granja camellar Oasis Wildlife, ahora hay más de 400 ejemplares solo en Fuerteventura, formando así la más grande de toda Europa. Después de años de trabajo, esperan poner a la venta a finales de 2022 un producto con valores nutricionales muy interesantes: la leche de camella.

En la feria gastronómica internacional Madrid Fusión, han presentado al mundo este ambicioso proyecto en el que llevan décadas trabajando. El proyecto lo lidera la empresa Dromemilk Camel Bio Farm, que apostó por ello en 2011, cuando varios estudios realizados junto a expertos de universidades de Madrid, Barcelona y Arabia Saudí demostraran las propiedades de la leche de camella.

Beneficios para la salud

Las investigaciones demostraron que la leche de camella es rica en vitaminas del complejo B, que reducen los niveles de glucosa en sangre y contribuye a una mayor producción de insulina. Además, es la más parecida a la leche materna y más digestible que la de vaca. De hecho, otra de las ventajas es que no tiene lactosa. De esta forma, la pueden consumir los intolerantes y sería beneficiosa para los diabéticos. Además, mejora la calidad de vida de los niños con autismo.

Entre las propiedades nutricionales de esta leche, que es de un color blanco puro y de un sabor más suave que la de vaca, podemos destacar que tiene un gran valor proteico, es muy baja en grasa, rica en vitamina C, omega 3, calcio libre, y minerales como el hierro. Tiene un gran valor probiótico y sus microorganismos son beneficiosos para la flora intestinal. Históricamente se consume en poblaciones nómadas desde Asia Central hasta Oriente Medio 

Entonces, ¿es un superalimento?

Podríamos hablar de lo que conocemos popularmente como un ‘superalimento’, es decir, un producto de origen natural y con un toque exótico que no se consumía habitualmente, pero que se ha puesto de moda debido a los efectos positivos en la salud. Se utiliza para denominar a  aquellos que, por ejemplo, contienen antioxidantes que reducen los riesgos de enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2, como esta leche. Por ejemplo, se llama así algunos tipos de verduras o cereales. El ghee, que sustituye a la mantequilla, es uno de ellos.

Granja camellar Dromemilk
Granja camellar Dromemilk
Dromemilk Camel Bio Farm

Aunque hay que recordar que los expertos afirman que los superalimentos no existen, ya que todas sus propiedades podemos encontrarlas en productos que consumimos a diario. E insisten en que debemos estar atentos para no pagar más por este tipo de productos. Y esto sería uno de los hándicaps de la leche de camella. Aunque no se conoce cuál será su precio cuando salga a la venta, el reto es ofrecerla a un precio accesible a todos frente a otros países donde es un producto “gourmet” y “caro”, según Guacimara Cabrera, directora gerente de Dromemilk Camel Bio Farm en declaraciones a EFE.

También quieren producir, quesos, yogures o chocolate

Además de los beneficios para nuestra salud, se trata de una “leche ecológica”, tal y como la define Guacimara Cabrera. Esto se debe a que las camellas no se alimentan de pasto, lo que le auguraría un gran futuro. Estas dromedarias canarias se adaptan a todo tipo de condiciones atmosféricas extremas, algo en lo que hay que ir pensado teniendo en cuenta el cambio climático.

Por el momento, están afinando el sistema de producción, ya que aún no pueden competir con las vacas. Pero con las 400 camellas han iniciado este ambicioso proyecto en el que también prometen crear alimentos típicos de los derivados de los lácteos, como son los yogures o el chocolate. De hecho, ya elaboraron en 2021 el primer queso de camella de España con denominación de origen canario, aunque fue un ensayo con investigadores y no está a la venta.

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