Frases tan manidas como que el dinero no da la felicidad, pierde toda su esencia y significado cuando este te permite disfrutar de experiencias tan impactantes como un crucero de lujo por la Antártida, el último paraíso virgen de la Tierra. Un territorio vetado para la mayor parte de la gente, con excepción de unos pocos científicos que tratan de desentrañar los últimos secretos que aún se esconden tras su hielos... Y como no, para aquellos que puedan pagar la elevada suma de dinero que franquea el acceso a las tierras ignotas del Sur. El rompehielos Legend, reconvertido en crucero de lujo, es la llave que abre la puerta de la Antártida a los más ricos.
El Legend fue construido como un barco rompehielos de primera clase, es decir, con la máxima capacidad para abrirse camino entre los hielos más cerrados de los mares helados. Hace sólo 3 años ha pasado por los famosos astilleros Icon Yachts, expertos en transformar barcos de cualquier clase en super yates, cruceros en los que el lujo y el confort son la máxima expresión. Habilitado para un máximo de 26 personas en 13 camarotes de lujo, piscina en popa, varios comedores interiores y exteriores en la cubierta de popa, cine, biblioteca, varios despachos gimnasio y spa, entre otras comodidades.
Pero lo más extraordinario no es el lujo de sus camarotes, ni el resto de estancias propias de un palacio de un jeque; sino el equipamiento con el que está dotado, como un helipuerto certificado por aviación comercial para recibir y despedir a sus huéspedes. Un mini submarino con capacidad para tres ocupantes, además de la tripulación capaz de descender a las profundidades marinas hasta 300 metros para explorar los fondos de la Antártida. Y varias motos de nieve para hacer expediciones en tierra. Los 77 metros de eslora del Legend y sus dos motores de 4.000 caballos, le permiten desarrollar una velocidad de crucero de 10 nudos.
El Canal Lemarie en la Antártida es uno de los paisajes más impactantes y bellos de todo el Planeta. La inmaculada pureza de los hielos que transforman su color azulado cuando el sol incide sobre ellos. La dureza de sus perfiles escarpados y sin embargo, la delicadeza de ser un paisaje que no ha pisado el hombre; le convierten en un destino único en el mundo. La oscuridad pétrea y azul de sus mares sobre los que navegan a la deriva bloques de hielo de un tamaño inimaginables. Una colonia de pingüinos descansa en el hielo haciendo más amable el paisaje, aunque cambia cuando mirando a babor sólo se ve hielo y agua hasta el infinito.
Desde Punta Arenas en el extremo sur de Chile, en avioneta hasta la isla de St. George desde donde leva anclas el Legend para navegar durante unos días hasta la Península de la Antártida por el estrecho de Drake. En la travesía hacia Port Drokoy se repite la imagen en el que las colonias de pingüinos formadas por miles de individuos entran y salen del agua, mientras a lo lejos se divisan las aletas dorsales de un grupo de imponentes orcas. La Antártida es el paisaje más bellos de la Tierra y el gran territorio de caza en el que estos mamíferos marinos con fama de asesinos se hacen los señores de la guerra e imponen su autoridad.
El yate se alquila por 460.000€/semana o de forma individual por 25.000€/camarote y semana. En ambos casos los gastos aparte.
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