Los platos sucios son bellos

  • 'Dirty Dishes', literalmente 'platos sucios', es un proyecto fotográfico de la blogger gastronómica Marta Miranda que en vez de centrarse en la perfección de un plato recién aterrizado sobre la mesa, inmortaliza lo que queda de él tras haberlo disfrutado.

En el mundo de la gastronomía la belleza es el resultado de una lucha.

Luchan los cocineros para que sus platos sean estéticamente perfectos, además de impecables y, en la medida de lo posible, iguales entre ellos. Luchan los camareros para  no echar a perder esta belleza en los pocos metros que separan la cocina del comedor. Luchan los comensales para encontrar el ángulo y la luz capaces de resaltar esta belleza. Para poderla luego twittear, claro.

En todo esto el disfrute se queda en una esquina: está, pero no atrae la atención de los focos.

Dirty Dishes, literalmente 'platos sucios', es un proyecto fotográfico de Marta Miranda2013 blogger gastronómica y ex-cocinera 2013 que se queda fuera de esta lucha y en vez de centrarse en la perfección de un plato nada más aterrizar sobre la mesa, inmortaliza lo que queda de él tras una buena comida.

El proyecto, afirma Marta Miranda, nació 'de una manera muy casual'. 'Estaba comiendo con mi familia en un restaurante en la Sierra al que vamos habitualmente. Habíamos comido un picadillo de matanza y se me ocurrió hacerle una foto porque me pareció muy bonito. Lo fotografié, reservé la foto para editarla y luego la subí a Instagram. Busqué un hashtag y #dirtydishes me pareció el que mejor lo definía'.

El paso siguiente fue convertirlo en una costumbre y finalmente llevar todos estos experimentos a un Tumblr con el mismo nombre, uno de sus dos proyectos 'gamberros', como ella misma los define (el otro se llama Culos de vaso).

Huesos de pato, migas y piel de mandarina

Huesos de pato, migas, espumas de capuchino y piel de mandarina. Las imágenes pertenecen en su mayoría a comidas familiares, pero también andan por ahí inmortalizados restos de platos de alta cocina, por una vez sin el nombre, el apellido y las estrellas del cocinero que los ha creado.

 

'No tengo ninguna pretensión, ni ninguna filosofía detrás' subraya Marta Miranda 'es algo que me divierte, pero sí que me pasa a menudo de hacer fotografías a platos perfectos, a platos montados, pero en el fondo me aburro un poco, porque al final son todos iguales, son perfectos, están diseñados, mientras esto es espontáneo, es lo que queda después de comer y creo que allí hay belleza'.

Algunos opinarán que no merece la pena dejar constancia de los restos de una comida, que no es elegante, sin embargo estos 'platos sucios' tienen el indudable mérito de devolver al disfrute el espacio que se merece sobre la mesa.

Y es que la gastronomía es gamberra por naturaleza: las cocinas de los restaurantes no son exactamente unos campamentos de verano, los amantes de la gastronomía son capaces de recorrer el mundo a pie para cosquillear sus paladares e incluso los que no están dispuestos a conceder a la comida más méritos que el de alimentar el cuerpo se relajan delante de un buen plato.

'Todo es muy perfecto' afirma Marta Miranda 'hablo de la difusión que estamos dando a la gastronomía en las redes sociales: queremos que todo sea muy perfecto y muy bonito y buscamos el ángulo mejor. Este proyecto me divierte por esto, porque ofrece otro punto de vista y además aquí, en estas fotos, lo que se ve es el disfrute, cómo hemos podido disfrutar. Y el plato se queda, igual que se queda una cama desecha después de una buena noche'.

Alessia Cisternino
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