Matteo Renzi, el presidente 2.0

  • La llegada de Matteo Renzi a la presidencia del Gobierno de Italia ha supuesto una vuelta de tuerca a los tradicionales métodos comunicativos que el poder viene empleando en el país, al encarnar un estilo personal e insólito que proyecta a la sociedad por medio de las redes sociales.

Gonzalo Sánchez

Roma, 6 sep.- La llegada de Matteo Renzi a la presidencia del Gobierno de Italia ha supuesto una vuelta de tuerca a los tradicionales métodos comunicativos que el poder viene empleando en el país, al encarnar un estilo personal e insólito que proyecta a la sociedad por medio de las redes sociales.

El pasado febrero se cumplió lo que se preveía y el por entonces alcalde de Florencia, Matteo Renzi, arrebató el Ejecutivo a su compañero de partido, Enrico Letta, iniciando de este modo una particular legislatura marcada por su propia personalidad.

Y es que Renzi, el primer ministro más joven de la Unión Europea y también el más votado, ha sorprendido a la opinión pública con su carácter informal, que le ha valido no pocas chanzas por parte de los medios de comunicación, tanto del propio país transalpino como del extranjero.

Es el caso del semanario británico "The Economist", que la semana pasada le retrató junto a otros líderes comunitarios en su portada comiéndose absorto un helado durante el hipotético hundimiento de la moneda única, representada como un barco de papel del que Mario Draghi se afana en achicar agua.

Como respuesta, el líder socialdemócrata, haciendo alarde de lo que algunos ya denominan el "optimismo renziano", protagonizó la anécdota de la semana al instalar un carro de helados artesanales y "no artificales como el de la portada" -dijo irónicamente- en la sede del Gobierno.

De este modo, Renzi respondió a la influyente publicación anglosajona y promocionó, de paso, los productos de la popular cadena heladera GROM, reivindicando una vez más las excelencias del "made in Italy".

La comunicación con los ciudadanos es parte esencial de su estilo y, por ende, suele explayarse en sesudas ruedas de prensa con el fin de explicar hasta la saciedad las leyes o normas que promueve.

Para esta labor suele emplear además todo tipo de herramientas informáticas, como unas didácticas diapositivas con un desenfadado diseño.

Hasta tal punto llega su afán de clarividencia que esta semana ha anunciado el estreno de una página web en la que informará a la sociedad de los progresos de su programa de Gobierno.

Este portal de internet (passodopopasso.italia.it) se trata, además, de un cronómetro que marca una cuenta atrás de mil días, el tiempo en el que se ha propuesto cambiar por completo la anquilosada estructura institucional del país.

Pero si hay un espacio en el que Renzi se mueve con soltura es en la red social Twitter donde, a través de su perfil oficial (@matteorenzi), no duda en responder a sus seguidores -que suman ya 1.267.025-, entrar en debates o participar en esa suerte de vida pública en versión cibernética.

Tal es así que dos meses después de su llegada al poder, el líder del Partido Demócrata italiano llevó a cabo un hecho insólito al protagonizar una retransmisión en directo en la que respondió a las preguntas de 140 caracteres que le lanzaban los usuarios de Twitter.

Para esta ocasión eligió la etiqueta #MatteoRisponde (Matteo responde) y abrió la veda a nuevos marcadores tuiteros como #lavoltabuona (esta es la buena, en alusión a su particular revolución) que le vienen acompañando en los últimos tiempos.

También se sumó a la cadena #IceBucketChallenge y, siguiendo los preceptos de este fenómeno de masas, se arrojó un cubo de agua helada con el objetivo de recaudar fondos destinados a la investigación de la esclerosis lateral amiotrófica.

Mientras Renzi continúa con sus planes de acabar con el Senado en Italia, la batalla dialéctica ahora ha pasado al tejado de las redes sociales, dominio inexpugnable hasta hace poco del cómico Beppe Grillo, gracias a las cuales se convirtió en el vencedor virtual de las últimas elecciones generales en Italia.

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