A cualquiera que pregunten en Cádiz por un restaurante especializado en pescado, con toda seguridad le remitirán a El Campero, el restaurante más famoso del litoral gaditano, con permiso de Ángel León, y donde el atún de almadraba se erige en el único protagonista de una cocina que es capaz de extraer de las mejores piezas el pescado más polivalente del mar. Si siguen rebuscando es muy probable que le recomienden Las Rejas, en Bolonia, una playa salvaje de dunas impresionantes, ruinas y vestigios romanos y un mar plagado de cometas que arrastran las tablas.
En 1986 cuando Bolonia era un inmenso arenal al que apenas se acercaban un puñado de surferos que aparcaban sus viejas y destartaladas furgonetas frente al mar, esperando que se levantara el viento que tirase con fuerza de sus velas y cometas para surcar el Estrecho a la mayor velocidad posible; Elisa y Manuel fundaron Las Rejas a unos pasos de la playa en la zona conocida como El Lentiscal. Tras casi veinte años de existencia se remodeló para cerrar el salón con diáfanas cristaleras. Nada más entrar se sabe como va a discurrir la experiencia en el local. El gran mostrador sobre el que se exhiben impresionantes piezas de pescado.
Manolí, José y Carlos han cogido el relevo de Elisa y Manuel, tras casi dos décadas al pie del cañón. Una parte importante del éxito de un restaurante en Cádiz reside, lógicamente, en el nivel de su cocina, pero también en la alegría que forma parte intrínseca de la personalidad de sus gentes. Y en eso, los tres hermanos son también unos maestros. Chascarrillos, bromas y sonrisas forman parte del discurso en Las Rejas. La selección de la materia prima, rebuscar el mejor pescado de las lonjas cercanas es responsabilidad de José quien se ocupa de ello cada mañana.
Las tortillitas de camarones, un imperdible en tierras gaditanas, aquí se sirven con mucho camarón y menos masa un tanto insuflada en la que crujen la gran proporción de camarones. El atún en manteca con pimientos asados y pan de pueblo. Las almejas al ajillo con bien de pan para mojar en la salsa. Las croquetas de choco un tanto untuosas resultan muy ricas. Medias raciones de ensaladas y huevas frescas, y tomate cuqui ‘aliñao’. La bodega es muy sencilla y sin aspiraciones en los que probablemente un vino blanco fresco sea la mejor opción para acompañar la comida.
El atún encebollado que aquí difiere del plato homónimo que preparan en el norte porque en Las Rejas, le añaden tomate. De los pescados que aguardan tras la vitrina de la entrada lo mejor es pedirlo a la espalda, con un sofrito de ajo y perejil y que siempre quedan en su punto. La urta a la plancha o con cognac son excepcionales. Suelen tener pez limón, un pez muy delicado y suave difícil de ver en otros establecimientos. Los salmonetes, plenos de gusto y el borriquete, son parte de la propuesta estándar del restaurante. Todos los pescados se sirven con su típico acompañamiento de patatas fritas.
¿Cómo llegar?
El Lentiscal, playa de Bolonia, Cádiz
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios