Mi Candelita, donde cada arroz tiene el mejor grano para su acompañamiento

Durante una buena parte de la primera mitad del siglo XX, el asturiano igual que el gallego, han tenido que emigrar a otras latitudes para encontrar un mejor modo de vida. Pero la tierra tira y la morriña se siente cuando está lejos de su tierra, lo que acaba obligando a la mayoría a volver a su Asturias natal. No hay más que ver las mansiones de los llamados indianos que se levantan como prueba del trabajo fructífero de sus hijos durante años en América. Eso es lo que de algún modo le ha ocurrido a Fran Heras que tras su traslado a Barcelona, por motivos familiares, vuelve a casa.

Desde que Fran trasladara su restaurante desde Avilés a Barcelona, y abriera un nuevo establecimiento, El Chigre 1769, en alusión a esos locales sin ninguna aspiración de ningún tipo pero en el que todos se sienten a gusto comiendo y bebiendo; como dice la canción Fran “debía de tener el corazón partío” entre la ciudad Condal que le acogió y su Asturias natal que le vio partir. Un acontecimiento inesperado como es el nacimiento de su hija con una cardiopatía congénita, precipita la búsqueda de un local en el que reafirmar la esencia del estilo de su cocina de raíces asturianas y catalanas.

En este caso la propuesta gastronómica de Fran pasa por unir a los placeres de los mejores productos asturianos que da el Mar Cantábrico, parte de la esencia y el alma de la cocina mediterránea que como no, se traduce en platos de arroz muy interesantes y sobre todo, individuales, que permiten elegir esta opción en la comanda sin necesidad de obtener la complicidad de un segundo comensal en la mesa. Arroces de pequeños productores de la Albufera. Cada plato se hace con una variedad diferente. Así podrá encontrar platos con arroz de gleva, de Bahía de L'Estany de Pals, Albufera D.O., y carnaroli.

Cada tipo de grano es el idóneo para cada receta: El del Senyoret con arroz de gleva y marisco y pescado pelado. El mismo tipo de arroz se emplea para el arroz al horno con pintarroja y papada ibérico. El grano de gleva es el elegido también para el arroz L’Horta con pitu caleya, conejo de campo, judía verde y faba. La variedad de L’Estany es el que se emplea para dar lugar a un arroz cremoso y muy rico que hace con sepia y ali oli. Y el arroz solidario, el vegano con la variedad Albufera, del que se dona un euro para la investigación de las cardiopatías congénitas como la que sufre su hija. Todo un homenaje a la familia y a la cocina astur-mediterránea.

Pero no sólo de arroz vive el hombre. La experiencia acumulada por Fran en sus propios restaurantes más la etapa que pasó en El Bulli o con Ramón Freixá; le dotan de la habilidad suficiente para elaborar en su punto óptimo de cocción las mejores piezas que le llegan de la lonja de Luanco y que trabaja magistralmente con el horno Josper dando lugar a platos como el pulpo a la brasa con chimichurri marino; las gambas de Huelva; las zamburiñas asadas con picada de ajo y perejil y los mejillones a la brasa. Además, el entrecote de vaca rubia gallega con patatas asadas, muy buenas.

Mi Candelita podría ser considerado, por su proximidad al mar y estilo mediterráneo, una especie de chiringuito ya que desde su terraza prácticamente se pisa la arena de la playa. Pero también un restaurante de playa por el empaque de su cocina. El local cuenta con un comedor muy coqueto en el que se imponen los colores blancos y en el que se cuela por los enormes ventanales toda la luz del día. En su terraza de verano se puede picotear raciones de modo más informal y acorde con la época estival en la que entramos de lleno.