'Modern Warfare 3', 'Battlefield 3' y 'America's Army 3', el reclutamiento de soldados a través de los videojuegos

  • El ejército de Estados Unidos, a través de lo que se ha denominado "militainment", ha conseguido que miles de jóvenes de todo el planeta consideren la guerra como algo "natural y necesario" para el devenir de sus países. Te contamos de dónde viene este movimiento y cómo lo tenemos mucho más presente en nuestras vidas de lo que podríamos pensar.
America's Army
America's Army
lainformacion.com
Txema Marín

 En los últimos tiempos estamos asistiendo a una serie de revoluciones sociales en el mundo árabe que podrían cambiar el devenir de la política de sitios del norte de África y Oriente Próximo como Túnez, Egipto, y más recientemente, Libia. En todas ellas han tenido presencia, en mayor o menor medida, las nuevas tecnologías gracias a los cables de WikiLeaks, las redes sociales como Facebook y Twitter y, en definitiva, las posibilidades que ofrece Internet actualmente. Todo esto podría desembocar en un nuevo escenario político donde los enfrentamientos bélicos estén aún más a la orden del día, y en ellos podrían tener de nuevo mucha presencia las nuevas formas de comunicación ya mencionadas y otras no tan esperadas... como los videojuegos.Porque aunque no lo parezca, el reclutamiento virtual de soldados hace años que se produce en cualquier rincón del mundo, apenas a través de una pantalla de ordenador o de un televisor conectado a una videoconsola. El nexo entre el ocio electrónico y las labores militares cada vez es más estrecho y el adiestramiento de jóvenes convencidos de que la guerra es algo cotidiano y "necesario" es algo que viene ocurriendo desde hace mucho tiempo.Partiendo de la base de que actualmente es más sencillo ver a un niño por la calle jugando a una videoconsola que leyendo un libro o un cómic, no debería sorprendernos que la infinidad de juegos dedicados a las guerras mundiales (cualquier Medal of Honor o algunos Call of Duty), las guerras actuales (títulos del tipo Modern Warfare, Battlefield) o las que están por venir (la siempre polémica futurología de los juegos basados en las novelas de Tom Clancy) sirvan también de ayuda a incentivar y atraer a las nuevas generaciones a participar de manera activa en el mundo militar. Este concepto de entretenimiento y adiestramiento bélico se concibió en Estados Unidos, donde el Pentágono desarrolló una herramienta con la que poder localizar fácilmente a reclutas potenciales, hábiles con el manejo de complejos sistemas de botones y, de alguna manera, familiarizados con la jerga militar. 

Este "militainment", una idea surgida de la fusión de las palabras anglosajonas correspondientes a "militar" y "entretenimiento", tiene su mayor exponente en el juego llamado America's Army. Se trata de un título desarrollado en 2002 que originalmente estaba pensado para ser de uso interno en ejército estadounidense, donde se tratan de inculcar premisas como el sistema de honor y los valores militares. Con él, el gobierno de Estados Unidos consigue llegar a muchísimos posibles reclutas. Si se desea acceder a America's Army, basta con registrarse en la web del ejército norteamericano, entregar los datos personales que se solicitan y aceptar las condiciones de uso, que entre otras cosas, dan permiso a ser bombardeado constantemente a unirse a las filas guerreras del país. Una versión mucho más atractiva, adictiva e interactiva de hacer llegar el mensaje del Tío Sam y su famoso "I want you for U.S. Army". En comparación, es un método bastante rentable pues mantener el juego al día, los arreglos y los servidores apenas supone un gasto total de unos 3,50 millones de dólares (2,50 millones de euros), mientras que sólo el proceso de reclutamiento "tradicional" tiene un coste de 8.000 millones de dólares (5.660 millones de euros) anuales. Sin duda, un negocio muy lucrativo que, además, ya está disponible para cualquier usuario que desee probarlo. El ejército vendió la licencia del juego a una compañía francesa, aunque sigue siendo juez y parte de todos los contenidos que en él se generan.De esta manera, el título valora el comportamiento del jugador en base a las premisas objetivo, siendo de todo punto lo más realista posible, donde no hay filigranas ni curas mágicas. Se valora mucho más el trabajo en grupo que el intrépido solitario tipo "Rambo", que no suele tardar en caer abatido por un grupo de asalto bien organizado y distribuido por el mapa donde se desarrolla la partida.

Este tipo de ideas tienen una gran proyección de futuro, pues aunque no parece que en breve empecemos a ver Gundams, EVAs o a Mazinger Z atacando otros países en nombre de la libertad estadounidense, sí que estamos en proceso de robotizar los enfrentamientos militares y se necesitará de gente preparada para este tipo de acciones a distancia mediante un complejo panel de control remoto. Por poner un ejemplo, los aviones no tripulados están a la orden del día y pueden sobrevolar zonas como Irak, Afganistán o Irán mientras su verdadero piloto está sentado en una oficina en la soleada California viéndolo todo a través de un monitor. Probablemente nunca lleguemos al punto de sentirnos como Ender en la novela de Orson Scott Card enfrentándonos al ataque de los insectores, pero quizá sí acabe pareciéndose mucho.Sin embargo, no hay que olvidar en ningún momento que la guerra no es ningún juego y que cada día mueren muchísimas personas por culpa de una bala, una bomba, un misil o una mina enterrada. En los juegos siempre nos queda la posibilidad de volver a intentarlo cuando nos equivocamos y el enemigo consigue matarnos, volviendo al inicio como si nada hubiera ocurrido, pero la realidad es algo muy distinto y quizá deberíamos pensarnos dos veces apretar el gatillo, el del fusil o el del mando de la consola, para eliminar al de enfrente, pues a buen seguro a ninguno nos aparecerá el mensaje de "¿Reintentar?" cuando nuestra propia sangre nos esté cegando la vida.

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