Un viaje inolvidable: un hotel flotante sobre el río Nilo para olvidarse del mundo

  • La definición de viaje memorable debería tener en cuenta este crucero por los Valle de los Reyes, Aswan y Luxor.
Hotel sobre el Nilo
Hotel sobre el Nilo

Un viaje memorable debe reunir experiencias que uno no pueda sentir en su localidad natal. Un gran viaje debe incluir fotografías de paisajes singulares, conocimiento de culturas ancestrales, destinos lejanos y únicos, visita a sitios de asombrosa arquitectura monumental, ampliar la riqueza de los registros del paladar probando sabores y matices de cocinas ajenas a nuestros usos y costumbres. Egipto reúne todas esas experiencias en un sólo viaje. Si además, todo ello se muestra desde la cubierta del crucero de lujo Oberoi Nile Zahra mientras navega por el Nilo para recalar en el Valle de los Reyes, Aswan y Luxor... la experiencia es imbatible.

La lujosa cadena de hoteles india Oberoi tiene como lema ser el mejor en su categoría. Sus hoteles a lo largo del mundo, pero principalmente en su país de origen, la India, son una muestra actual del esplendor y el lujo que en un tiempo vivieron y disfrutaron los marajahas. Este esplendor se traslada de forma fiel a los barcos que se constituyen en verdaderos hoteles de lujo flotantes. Desde las inmediaciones de la presa de Aswan hasta Luxor el crucero recorre durante siete inolvidables días el río Nilo, el más largo del mundo que nace en las llamadas fuentes azules de los grandes lagos africano a miles de kilómetros de su desembocadura.

Las falucas de vela latina apenas susurran sobre el agua mientras sus marineros lanzan las redes al agua una y otra vez en busca de pescado. En ambas orillas y durante toda la travesía se divisan vestigios monumentales que forman la huella indeleble de una de las culturas más interesantes y profundas de cuantas han dominado la tierra. El Egipto de los faraones, de los dioses antropomorfos que desde el más allá tutelaban la vida de los súbditos del faraón. Templos, pirámides, efigies, tumbas monumentales, escritura jeroglífica y momias que se ocultan tras las fértiles orillas del río.

Sólo veintisiete camarotes de lujo de casi treinta metros cuadrados, con balcón privado para sentarse a disfrutar de la navegación y contemplar el río Nilo desde los azules intensos de las primeras horas del día a los anarajandos de unos atardeceres indescriptibles o las cegadoras e intensas luces del mediodía. Si desde la cama (‘king size’) de la habitación se ofrecen buenas vistas sobre el Nilo, la sensación de estar duchándose mientras se contempla el Nilo no se olvidan con facilidad. En la cubierta superior, a popa, unas hamacas sobre suelo de teca donde relajarse y una piscina climatizada para refrescarse.

Un hotel de lujo sobre el Nilo
 

Aunque todas las comidas se hacen a bordo, el momento más especial es el de las cenas que, con la luz incidiendo sobre la superficie del Nilo con un ángulo más inclinado sirven de escenario idóneo para una cena de una calidad muy correcta, que debe de acompañarse de buenos vinos y una tertulia que se prolongue sobre la cubierta o en el club de fumadores compartiendo charlas con el resto de los pasajeros.

El Oberoi Zahra parte desde Aswan, la ciudad egipcia situada más al sur junto a las primeras cataratas del Nilo y al borde del desierto. Aswan fue una encrucijada de caminos en la antigüedad a la que acudían mercaderes desde Asia y el resto de África para comerciar e intercambiar productos con los europeos. Se visita el templo de Philae de la era Tolemaica y dedicado a la diosa Isis. El templo de Abu Shimbel que fue reubicado cuando se construyó la gran presa. En una faluca, ese bote tradicional del Nilo se llega a la isla de Kitchener's para visitar su sorprendente Jardín Botánico.

Desde el templo de Horus de la ciudad de Efu hasta las ruinas de Luxor en la antigua capital de Tebas. Aquí se encontró la tumba del emperador Tutankamon, la mayor joya arqueológica del Antiguo Egipto. El templo de Karnak enterrado durante siglos bajo las arenas del desierto ocupa una superficie inmensa de 5 hectáreas. El legendario Valle de los Reyes donde fueron enterrados la mayor parte de los faraones. El templo de Luxor es la catedral de los templos egipcios. Fue levantado por el faraón Amenofes aunque contribuyeron muchos otros, incluso Alejandro Magno. M uestra de la capacidad técnica y estética de la arquitectura egipcia.

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