El nuevo patrón de la plaza de toros de Madrid promete "atraer a los chinos"

El organizador de corridas Simon Casas se enorgullece de haberse convertido este martes en el primer francés en presidir la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, donde espera atraer en masa a los turistas, especialmente los chinos.

Incluso bromea comparándose con el entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, "la" estrella francesa de la capital española.

Y es que este antiguo matador y empresario de la tauromaquia, cuyo nombre real es Bernard Domb, vio siempre su vida a lo grande.

Su sociedad ya gestiona las arenas de Valencia, Alicante y Zaragoza en España, así como las de Nîmes y Mont-de-Marsan en Francia.

Su reto ahora es convencer al mundo entero de acudir en masa a las corridas madrileñas.

"No nos contentamos con esperar que los turistas se presenten a la taquilla, vamos a buscarlos al origen, en su país", explica en una entrevista en Madrid con la AFP.

"Para los chinos que llegan en masa (...) a Europa, lanzaremos un programa de marketing para que vengan a nuestras arenas", añade entusiasta, justo cuando la alcaldía ha estimado en 135.000 el número anual de visitantes chinos a la capital española.

A partir de los años 1980 Simon Casas ha dirigido, aunque con interrupciones, la plaza de toros de Nîmes, la ciudad del sureste de Francia donde nació hace 69 años fruto del matrimonio entre su padre polaco y su madre turca.

En numerosas ocasiones intentó conquistar la Plaza de las Ventas de Madrid, emblema de la tauromaquía inaugurado en 1931.

Tras haber sido brevemente su director artístico y cultural, hizo todo lo posible para ser "el patrón" de esta "verdadera empresa de espectáculos, con 500 empleos permanentes".

"Un sueño" que se realizó este martes.

"Obtuve este negocio en colaboración con Nautalia, una importante agencia de viajes española" que pertenece mayoritariamente al fondo de inversión suizo Springwater Capital.

Su propuesta ganó el concurso a la empresa española Taurodelta, que gestionaba desde hace diez años Las Ventas.

"El objetivo es alcanzar unos 30 millones (de euros) de ingresos en taquilla, derechos de televisión, bares", dice sin rodeos, asegurando querer reconquistar "el millón de espectadores perdidos en los últimos seis años".

En 2015, la facturación fue de 23 millones de euros, según él mismo.

Espera incrementar la afluencia de "los aficionados de la corrida" españoles pero también conquistar a los turistas.

E insiste nuevamente en captar la atención de los visitantes chinos: "si observamos la tauromaquia en sus fundamentos, es el arte de la vida y la muerte y sus rituales corresponden a las culturas asiáticas", dice.

Pero para remontar el negocio, Casas también deberá hacer campaña dentro de España donde cada vez son más las personas que critican esta tradición y el trato brindado a los animales.

A principios de mes, miles de personas se manifestaron en Madrid reclamando "la abolición de la tauromaquia" tras haber conseguido la prohibición del Toro de la Vega, un torneo de origen medieval donde se lanceaba al toro hasta la muerte.

Casas les responde indirectamente anunciando su intención de "invertir grandes cantidades en comunicación para hacer comprender qué es la tauromaquia: una cultura, una tradición pero también un arte ancestral a veces rechazado por aquellos que no la conocen o no la quieren conocer".

Gobernada desde hace un año por una coalición de izquierdas y ecologistas, la alcaldía de Madrid suprimió la subvención de 60.000 euros que recibía la escuela taurina, amenazada de cierre.

Pero el gobierno regional de Madrid, dirigido por conservadores, "nos dijo que la va a volver a abrir", celebra Simon Casas, anunciando "un presupuesto de 500.000 euros" para "la resurrección y el desarrollo" de la más antigua escuela de toreros.

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