Pitita Ridruejo, referente de las visiones marianas en la España de los años 80

  • Su particular historia comenzó en 1985, cuando relató su primer encuentro con la Virgen en El Escorial. Ha fallecido este lunes a los 88 años.
Pitita Ridruejo, referente de las visiones marianas en la España de los años 80
Pitita Ridruejo, referente de las visiones marianas en la España de los años 80
EFE

Pitita Ridruejo, que falleció este lunes a los 88 años, fue uno de los referentes de las apariciones marianas en España. A raíz de los "muchísimos" encuentros que dijo que tuvo con la Virgen, la aristócrata dio más de 500 conferencias y escribió varios libros. El último, 'La Virgen María y sus apariciones', en 2013.

Pitita fue una ferviente religiosa desde sus primeros años. En sus memorias recoge la emoción que sintió el día de su primera comunión: "Tuve a Dios dentro de mí, la emoción no me dejó respirar y empecé a llorar".

Las apariciones marianas saltaron a la luz en 1981 con el testimonio de Luz Amparo Cuevas, que aseguró haber visto a la Virgen sobre un fresno en Prado Nuevo (El Escorial, Madrid). Cuatro años después, Pitita fue al lugar para comprobar en persona si esto era o no real. Ahí cambió su vida. "Cuando elevé la vista vi el cielo encapotado, pero de repente se abrieron las nubes y apareció el sol. Comenzó a moverse y a girar [...]. De repente, vino hacia nosotros, y muchos gritaron de miedo", relató Pitita en una entrevista para La Razón.

Pese a que muchos otros habían hablado antes que ella de estas apariciones, su condición aristocrática la situó como uno de los referentes en los medios de comunicación. Su marido, Mike Stilianopoulos, fue embajador de Filipinas en Londres, lo que permitió a Pitita encontrarse con la reina de Inglaterra hasta en dos ocasiones e incluso fue su huésped durante un fin de semana en el palacio Windsor.

Aunque muchos la tomaban por loca, en un encuentro con lectores de El Mundo en 2013 reafirmó sus palabras: "Sé que las apariciones de El Escorial son auténticas. Yo de loca no tengo nada. Tengo mucho sentido común y sé muy bien lo que digo". Pero sí renegó del esoterismo, del que aseguró: "No quiero saber nada, a mí me sobra con la doctrina cristiana".

Es interesante también la época en que Pitita intentó desviar su camino hacia el espiritismo. Ocurrió en Londres tras la pérdida de dos gemelos por un aborto natural. Intentó reparar su crisis espiritual introduciéndose en la meditación, hasta el punto de viajar a la India para visitar a un espiritista. "¡Tú no perteneces aquí! ¡Vuelve a tus raíces cristianas!", le habría dicho.

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