¿Por qué no deberías esperar a tener sed para beber agua? El riesgo que corres

  • Ingerir al menos dos litros de agua al día garantiza que nuestro organismo va a estar hidratado, por ello hay que beber regularmente.
Dejar de beber agua embotellada
Dejar de beber agua embotellada
Freepik / freepic.diller

Es un gesto que repetimos muchas veces al día. Beber agua es algo natural y básico para el funcionamiento de nuestro organismo, si bien en España no lo hacemos tanto como sería deseable, lo que puede suponer un riesgo para nuestra salud. ¿Por qué? Porque en nuestro país, la mayoría solo bebe cuando tiene sed, algo que no es bueno.

Así lo determina un estudio de la marca Bezoya a sus consumidores, los cuales parece que solo ingieren agua cuando la sed aprieta. Pero esto supone que los españoles estamos bastante lejos de cumplir con las recomendaciones de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés) sobre el consumo de agua de entre 2 y 3 litros diarios. Y, lo peor, es que jugamos con nuestro organismo al beber solo de esta manera.

Porque si esperamos para beber cuando no sentimos sedientos, corremos el riesgo de deshidratarnos. La sed es un síntoma de deshidratación, por lo que deberíamos beber agua de forma regular, aunque sea a pequeños sorbos, de forma que alcancemos esa barrera de los dos litros que a muchos les cuesta tanto.

Con esa cantidad nos garantizamos un buen funcionamiento físico, cognitivo e incluso anímico, aunque la cantidad debe variar en función de nuestras características personales de peso, edad, o estado de salud. Además, hay que aumentar la ingesta cuando hacemos ejercicio o para las mujeres embarazadas, apuntan desde Bezoya.

Trucos para beber agua si te cuesta mucho

Pero como decíamos, no todo el mundo tiene facilidad para beber agua. Hay personas que se pasan prácticamente el día sin beber y solo lo hacen cuando comen o cuando realmente tienen sed. Por ello, hay una serie de 'trucos' para beber agua de forma más sencilla.

Uno de ellos, y el principal, es echar fruta al agua. Consiste en cortar rodajas de naranja, limón, fresas o la fruta que se quiera e introducirlas en una botella de agua. Eso le da sabor y facilita la ingesta para todos aquellos que no soportan beber agua al ser insípido.

Igualmente, no hace falta beber agua literalmente. Tomando fruta y verdura a diario también estamos hidratándonos, ya que estos alimentos contienen elevadas cantidades de agua. También podemos adoptar hábitos como beber un vaso nada más levantarnos y otro antes de las comidas, esto ayuda también a controlar el hambre y saciar el estómago, pues muchas veces se confunde la sed con el hambre y se come en exceso cuando realmente el organismo necesita hidratarse.

Igualmente se recomienda acostumbrarnos a beber un vaso de agua cuando tomamos un café, puesto que la cafeína deshidrata, por lo que así se palía este efecto. Es importante obligarse a hacer estas rutinas para que al final acabemos bebiendo agua de forma natural y tener así nuestro cuerpo siempre hidratado.

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