¿Qué es IPv6 y por qué es un cambio tan importante para el futuro de Internet?

  • La nueva versión del "Protocolo de Internet" está diseñada para permitir un mayor crecimiento de la Red y mejorar su rendimiento
Alvy / Microsiervos
Alvy / Microsiervos

Cada ordenador o dispositivo conectado a Internet tiene una dirección numérica que es similar a un número de teléfono. Por ejemplo el servidor web de lainformacion.com tiene asignado el número 91.209.135.138. En realidad los ordenadores convierten esas direcciones a algo más legible para que a las personas nos resulten más fáciles de recordar. Cada número de esos cuatro grupos del protocolo actual, llamado IPv4, oscila entre 0 y 255, lo cual da un enorme número de posibilidades para todos los aparatos, tanto ordenadores personales como servidores, teléfonos móviles y otros, se conecten sin problemas; teóricamente más de 4.000 millones. Sin embargo, debido a cómo se reparten esas direcciones del protocolo IPv4 las direcciones llevan tiempo agotándose. Este es el principal problema del IPv4 y la razón para que desde hace años se haya diseñado el IPv6 como sucesor.

El IP, siglas en inglés de Internet Protocol, es uno de los fundamentos técnicos sobre los que funciona toda la Internet actual. El protocolo IPv6 lleva más de una década definido por los grupos de ingeniería formados por voluntarios que gestionan Internet mediante una forma de trabajo bien probada: se plantea el problema, se envían propuestas, se publica una primera versión, se abre un periodo de reflexión para recibir otras cambios y comentarios y finalmente se aprueba la norma definitiva. Es entonces cuando los diversos actores del mercado, tales como operadores comunicaciones, empresas que ofrecen servicios de Internet y fabricantes de software, implementan las soluciones propuestas en sus programas o su hardware.

Los ingenieros tuvieron la ventaja de contar con la experiencia acumulada en los años 70, 80 y principios de los 90 para añadir al IPv6 muchas de las funciones que no se tuvieron en cuenta en el diseño de la Internet original. El nuevo IPv6 no sólo amplía el número de direcciones disponibles hasta más allá de lo humanamente imaginable: también incluye otras funciones útiles para la gestión de redes con diversos equipos; la función multicast (envío de un mismo paquete de información a varios destinos a la vez) y cosas así. Como precaución, todas las direcciones actuales en IPv4 siguen funcionando a la perfección, y lo seguirán haciendo en el futuro.

Pero, si la especificación IPv6 lleva definida desde 1996, ¿por qué no utilizan ya todos los fabricantes y operadores? Hay muchas razones por las que el cambio ha sido lentísimo, entre otras que este tipo de cambios de hardware suele ser caro, o que los fabricantes de los equipos originales ni siquiera existen para poder hacerlo. En ocasiones reescribir cierto software para que funcione tanto con IPv6 como con IPv4 no merece la pena o es demasiado costoso. También sucedió que ante la incertidumbre los ingenieros idearon nuevas fórmulas para apañárselas ante la carencia de direcciones IPv4, lo cual hizo menos angustioso el inevitable cambio.

Según los datos de finales de 2008, una década después de que muchos grupos se pusieran a trabajar en serio en la transición, menos del uno por ciento del tráfico de Internet era IPv6. Sistemas operativos minoritarios pero que aceptaron antes el cambio como Mac OS X o Linux estaban incluso por delante de Windows Vista, al igual que países como Rusia superaban incluso a Estados Unidos en su adopción. Desde 2005 algunos gobiernos obligan a que los nuevos equipos sean todos compatibles IPv6, para facilitar el cambio. Aunque es una transición inevitable, debido principalmente al agotamiento de las direcciones IPv4, todavía queda mucho camino por recorrer.

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