El skyr, o falso yogur, como mucho lo conocen, cada vez tiene más presencia en las cestas de la compra de los españoles. Se trata un tipo de yogur con un alto contenido en proteínas y de origen islandés que contiene menos calorías que uno tradicional. Lo encontramos ya en todos los supermercados, aunque el más conocido es el de Milbona. Tiene tanto éxito que la marca blanca de Lidl ha estrenado un nuevo producto para untar en el que añade skyr al queso fresco en un envase de 200 gramos y que cuesta 0,99 euros.
El skyr es un producto elaborado con leche fermentada y está muy de moda entre los jóvenes, los runners y los deportistas en general. Se caracteriza por su alto contenido en proteínas, lo que facilita el desarrollo y mantenimiento de la masa muscular. Esto se debe a que para su elaboración se utiliza cuatro veces más de leche que para cualquier otro tipo de yogur. Solo nos aporta 139kcal cada 100 gramos de producto.
Según la información del envase, este nuevo producto está elaborado únicamente con queso fresco (suero de mantequilla, nata, proteínas de la leche y cultivos microbianos) un 15% de skyr (leche desnatada) y sal. Es un alimento apto para lactovegetarianos, es decir, aquellas personas que tienen una dieta menos restrictiva que los veganos y sí incluyen ciertos productos de origen animal y lácteos como el yogurt, el queso y la leche.
Un alimento con un alto valor proteico siempre recomendable para deportistas o personas que vayan a hacer algún tipo ejercicio. Según la información nutricional, este producto contiene 10 gramos de proteínas cada 100 gramos de producto, es decir, el 10% de su composición. Además, las proteínas de la leche son de alto valor biológico al aportar la totalidad de los aminoácidos.
Otro de los puntos fuentes del skyr es que se elabora con leche desnatada, no contiene apenas materia grasa y se puede consumir en dietas para peder peso. Sin embargo, al mezclarlo con el queso fresco y ser un producto ultraprocesado, nos encontramos con la nota negativa del producto. Contiene más grasas de las que podríamos esperar: 9g cada 100g de producto. De ellas, 5,7g son grasas saturadas. Por lo tanto, no podemos abusar de su consumo.
Ideal para laborar recetas variadas
¿A qué sabe este nuevo lácteo del supermercado alemán? Recuerda a un yogur griego, pero con un sabor más suave y un toque ligero a queso. Es una opción interesante como acompañante en desayunos y meriendas, ya que a diferencia del yogur de skyr, es un lácteo más denso que se puede untar en las tostadas. Las más populares son las de aguacate, salmón o las que contienen frutos secos como las almendras.
Si vamos a elaborar platos calóricos, podemos utilizar el queso fresco con skyr para sustituir otros ingredientes menos sanos como la nata o la mantequilla, por ejemplo. Así, evitaremos ganar peso y lograremos ingerir más proteínas que con la receta tradicional. También es interesante utilizarlo en postres, acompañándolo de frutas o como base de tartas y pasteles.
