Halloween ya está aquí. La festividad de todos los muertos, que tradicionalmente se venía celebrando en España el 1 de noviembre, ya se ha adelantado al 31 de octubre por la gran influencia anglosajona. Así, la noche de ese día las calles se llenan de personajes terroríficos, se celebran multitud de fiestas temáticas, los niños piden caramelos por las casas al grito de "truco o trato" al más puro estilo americano y vemos calabazas por todas partes.
Porque este fruto es el emblema de Halloween. La calabaza sirve para recrear la leyenda de Jack el Tacaño o Jack Linterna, que habla de un hombre tan malo que no fue aceptado ni en el cielo ni en el infierno al morir y fue condenado a vagar por el mundo con unas ascuas del infierno metidas dentro de una calabaza. Un relato que ha traspasado fronteras y ha hecho de este fruto el protagonista absoluto de esta festividad.
Por ello, en estos días es cuando más calabazas se venden en el año y las fruterías tienen multitud de ellas de diferentes tamaños para que los clientes encuentren la que buscan para decorar su fiesta. Pero parece que con esta tradición se olvida que la calabaza es mucho más que un adorno de Halloween. Porque hablamos de uno de los mejores alimentos de la temporada actual, el otoño, con multitud de beneficios y posibilidades.
La calabaza contiene diferentes tipos de vitaminas del grupo B, del C y del E, además de minerales esenciales como el magnesio, zinc, hierro y potasio y también proteína vegetal. Además es rica en fibra, por lo que hace una función diurética y depurativa que ayuda a liberar toxinas y a regular el tránsito intestinal. Por otra parte, es buena para regular el azúcar -de ahí que sea recomendada para diabéticos- y refuerza las defensas por su alto contenido en antioxidantes.
Por ello, es un alimento muy recomendado por todos los nutricionistas y expertos, de modo que es aconsejable aprovechar que estamos en su temporada álgida para incluirla en nuestras comidas. Además, tiene numerosas posibilidades para comerla de diferentes formas.
Recetas con calabaza fáciles y rápidas
La forma más habitual y sencilla de tomar la calabaza es en crema. Numerosos supermercados, como Mercadona, ya la venden preparada, pero para quienes prefieran tomarla casera, solo tienen que cocer con aceite y sal la calabaza junto con otras verduras y hortalizas, como patata, calabacín o zanahoria. Cuando estén bien cocidas solo hay que pasarlas por la batidora y añadir -de forma opcional- picatostes para acompañar e incluso pipas de calabaza. También se puede tomar sola, sin el resto de verduras acompañantes, e incluir queso batido o un poco de leche para que esté más cremosa.
Otra forma de tomarla es todavía más fácil, pues basta con asarla con un poco de sal y pimienta e incluirla en ensaladas con tomate, nueces, bonito o atún y maíz. Si bien esto es solo una posibilidad, ya que se pueden incluir otros ingredientes, como los 'superalimentos' del momento: la quinoa y el aguacate.
También se puede utilizar para acompañar las legumbres. Las lentejas, garabanzos o judías pueden adquirir otro sabor -más dulce y apetecible- si se incluyen dados de calabaza durante su cocción. A muchas personas les cuesta tomar estos platos, por lo que incluir este ingrediente puede hacerlos mucho más atractivos.
Igualmente, puede emplearse como guarnición al horno con otras verduras -pimientos, calabacín, berenjena o cebolla- e incluso pasarla por la sartén. Y, para rematar, el postre con un delicioso pastel de calabaza -se suele acompañar con queso- o incluso hacer magdalenas de calabaza. Es tan sencillo como incluirla cuando se forma la masa y, una vez hecho, esto, al horno y listo.
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