La limpieza del rostro se ha convertido en el paso más importante del ritual de belleza que todos, hombres y mujeres, debemos hacer cada día. Si queremos tener una piel sana que permanezca joven por más tiempo, es indispensable limpiarla todos los días para eliminar la suciedad, sobre todo procedente de la contaminación, que es causante de numerosos estragos en la piel. Y eso es algo básico nos maquillemos o no.
En este aspecto, de un tiempo a esta parte se ha popularizado un producto que ha logrado desbancar al jabón tradicional y a las leches limpiadoras entre los favoritos de los consumidores. Se trata del agua micelar, que ya es elegido por el 89% de las mujeres para limpiarse el rostro, según la firma de prueba de productos de belleza por suscripción Birchbox. Pero, ¿dónde reside su poder? ¿Cuál es el secreto del agua micelar para ser tan eficiente?
La eficacia de este agua reside en las micelas, de las que recibe su nombre. Se trata de moléculas que tienen una estructura bipolar, lo que supone que atraen y repelen al mismo tiempo el agua, haciendo que limpien en profundidad. En contacto con la piel, las micelas atraen la suciedad directamente, ademas, al tener una base acuosa hacen la función de tónico y eliminan las impurezas.
Así, este agua ha pasado a ocupar el puesto preponderante de otros productos, convirtiéndose casi en un fijo del neceser de belleza. Pero además de su eficacia, tiene otra serie de beneficios para la piel que lo convierten en indispensable. Por ejemplo, no irrita porque apenas contiene elementos químicos, lo que hace que pueda ser empleado por todo tipo de personas.
Además, también hidrata la piel y no deja la típica sensación de tirantez que dejan otros productos. Otra ventaja es que no necesita aclarado, acortando así los tiempos de limpieza, algo que para muchos es importante, sobre todo para los más perezosos. Y es apto para todo, rostro, labios y ojos. Incluso se recomienda aplicarlo antes del maquillaje para que este se fije mejor.
Conviene utilizarlo tanto por la mañana -para retirar el exceso de sebo que se genera al dormir- como por supuesto a la noche, al desmaquillarse -quien lo haga- y limpiarse bien la cara antes de irse a la cama. No es necesario utilizar ningún otro producto más después del agua micelar, aunque eso varía en función del gusto personal.
Hacerse con uno es hoy muy fácil, pues casi todas las firmas de cosmética tienen el suyo, además de los que venden en farmacia. Por ello, se puede comprar tanto en el supermercado como en perfumerías, centros de belleza o grandes superficies. La horquilla de precios, igualmente, es muy amplia, pues en función de su marca y del segmento de esta puede oscilar entre 3 o 4 euros hasta los más de 30.
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