Le llaman bistró pero su estética va un paso más allá. Ubicado a espaldas del Teatro Principal de Alicante, más bien parece un café de estilo parisino, de aquellos que se estilaban durante el primer tercio del Siglo XX, un lugar distinguido, exclusivo y donde se imagina que las élites parisinas acudían a tomar algo y debatir en interesantes tertulias. El Teatro El Bistro es un espacio singular, especial, de reducidas dimensiones, un reservado, en sí mismo, en el que las dimensiones del local apenas permiten sentar a una docena de comensales.
En El Teatro El Bistro, se puede disfrutar de una cocina de vanguardia anclada en las raíces más profundas de su tierra, Alicante. Es cierto que hoy no hay chef que no incluya en su discurso gastronómico el término, raíces y no hay carta que no haga referencia a los valores de la tradición. Pero mientras en la mayoría no es más que una intención, o un recurso dialéctico que exige el marketing, Sergio Sierra y su socio, impulsor del proyecto, Carlos Bosch; bucean realmente en las profundidades del recetario alicantino, casi como lo haría un verdadero arqueólogo; con el propósito de recuperar, recetas perdidas para ofrecer una cocina de coordenadas muy diferentes al resto.
Actualmente Sergio lleva a cabo un proyecto de investigación de más de dos años de duración y en el que está recogiendo y documentando platos olvidados de la gastronomía Valenciana, investigando sobre los productos de cercanía, sus tradiciones y técnicas de elaboración; estudia todo aquel elemento de la gastronomía tradicional de la zona que ha sido olvidado. Y a todo ello, le da no una vuelta como se suele decir, si no que da un golpe de timón para posicionar esos sabores de siempre, como un plato de vanguardia.
Incorpora salazones en distintas versiones, uno de los platos característicos de esta zona; aperitivos tradicionales como los encurtidos, utiliza las salmueras como potenciador de sabores y en aliños. Ha redescubierto frutas, hortalizas, verduras silvestres, plantas y hierbas aromáticas típicas de la provincia y las ha incorporado de forma natural, integrándolas en distintas recetas. Además, recupera la tradición de comer disfrutando del pan con tomate, el ali oli, y el aceite de oliva propio de la región: Todo un tesoro gastronómico de la zona.
La propuesta gastronómica de El Teatro Bistrot es tan amplia como los recursos de la provincia. Desde el mar a la huerta, pasando por la montaña. Ingredientes y productos de cercanía que interpreta de un modo muy particular. Así, platos tradicionales como el Almorçaret, que se elabora con sardina de bota, ñoras y huevos fritos, se hace fino y elegante. Los alficoçenques, almendra autóctona son la base de su rica sopa de almendras, que acompaña de uva del Vinalopó y melón de Villena. La quisquilla de Santa Pola que elabora solo con el cuerpo y en un suquet que potencia su sabor. Lla pebrereta Tallaeta, a base de aceite de oliva, lomo de atún, ajo, pimiento y calabaza. La Titaina, un rico pisto de verduras a la que se añade ventresca del atún en salazón, piñones y huevo cocido, para tomar sobre una rebanada de pan. El calamarcito de potera relleno, un plato navideño en otras épocas. O el conejo con tomate de Aspe.
Por último en el capítulo de los postres, el requesón de leche de cabra del Valle del Tibi con higos y el timonet, una infusión fría de tomillo y limón.
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