Surfista brasileña desafía de nuevo las olas tras sobrevivir a accidente en Nazaré

  • Tras haber estado a punto de morir en 2013, la surfista brasileña Maya Gabeira se ha armado de valor para volver a desafiar "las mayores olas del mundo" esta semana en Nazaré, en el centro de Portugal.

"Tenía que volver, aunque no estaba segura de conseguirlo", explicó a la AFP esta atleta de 28 años, tan agradable como intrépida, después de una simple "sesión de entrenamiento" con olas de cuatro a cinco metros de altura.

Sus temores se evaporaron cuando, siendo la única mujer en el agua, comenzó a surfear las primeras olas que, desde finales de octubre, rompen en la Praia do Norte (Playa del Norte) de Nazaré.

Esta ciudad balneario y de pescadores, situada a unos 130 km al norte de Lisboa, se hizo un nombre en el mundo surfista desde que en 2011 el estadounidense Garrett McNamara batiese el récord de la mayor ola jamás surfeada, con una altura estimada de 78 pies (23,77 metros).

Desde entonces, Nazaré se ha convertido en un punto obligatorio de decenas de especialistas de estas olas gigantes llegados de todo el mundo, para regocijo de aficionados y turistas que, cada vez en mayor número, se concentran en el borde del acantilado para aplaudir las proezas de los surfistas.

Coronada en cinco ocasiones como la mejor surfista XXL del año, Gabeira se había hecho ya un hueco en este mundo "supermasculino y en un deporte superintenso y peligroso".

Su regreso a Nazaré quedará como uno de los grandes hitos de su carrera, a la misma altura que cuando en 2009 surfeó una ola de 45 pies (13,72 metros) en Sudáfrica.

"Es el perfecto ejemplo de alguien que supera sus temores para vivir su pasión", aseguró de Gabeira el veterano Garrett McNamara, 48 años, recordando la experiencia "terrorífica" que pasó esta deportista nacida en Rio.

El 28 de octubre de 2013, en su primera aparición en la Praia do Norte, Maya Gabeira surfeaba a toda velocidad cuando perdió el equilibrio. Sepultada por el oleaje, perdió el conocimiento y hubiese muerto ahogada de no ser por su compatriota Carlos Burle, que logró llevarla in extremis a la orilla y reanimarla.

Hospitalizada, la surfista sufrió la rotura del peroné, una lesión que fue más fácil de dejar atrás que sus miedos. "Me gustaría decir que ya no pienso (en el accidente), pero el recuerdo sigue presente", dice con una sonrisa.

"Estuvo a punto de morir y para ella es muy difícil salir al mar aquí", dice Burle, quien tras salvar la vida de su compañera, se echó al mar en aquella jornada de octubre del 2013 para no perderse la ola más grande del día.

Enamorada de las olas gigantes desde los 17 años, coincidiendo con su primer viaje a Hawai, archipiélago estadounidense del Pacífico, Maya no ha renunciado a seguir buscando ese momento inolvidable donde uno puede ir más allá de sus límites".

"Son experiencias que nos transforman, tanto en el éxito como en el fracaso" explica esta surfista profesional, que asegura que es plenamente consciente de que pone su vida en peligro en Nazaré en los "días de mar gigante".

Praia do Norte ofrece condiciones excepcionales a los practicantes del surf extremo como consecuencia del Cañón de Nazaré, una falla geológica submarina que propulsa el oleaje del Atlántico hacia el litoral.

Como cada año, la brasileña pasará el invierno (boreal) en Hawai, a la vez cuna del surf y La Meca de esta disciplina, pero estará lista para subir a un avión en cuanto alguna ola gigante se aproxime a Nazaré.

tsc/ode/bh/mcd/iga

Mostrar comentarios