Las orcas, también conocidas como "ballenas asesinas", tienen un lado agresivo para muchos desconocido.
Son enormes depredadores de casi ocho metros de longitud con gigantescas mandíbulas, enormes colmillos y más de seis toneladas de peso que se esconden bajo las olas para preparar el ataque a sus presas.
Las ballenas grises suelen ser su plato predilecto, debido a su alto contenido en grasa, pero a falta de éstas, los delfines comunes se convierten en un buen tentempié.
En la Bahía de Monterrey, situada en el Océano Pacífico, en la costa de California, los
delfines comunes son una colonia considerablemente abundante y, aunque no es muy común verlo, sirven de presa para las orcas transitorias que, en ocasiones, atacan
a estos mamíferos.
Michael Sack del Santuario Cruises capturó con su cámara de vídeo un espectáculo de la naturaleza salvaje poco común de ver.
Más de 30 orcas transitorias se reunieron en la Bahía de Monterey para emboscar a un grupo de unos 1.000 delfines que nadaban en las aguas del Pacífico, ajenas a lo que sucedería a continuación.
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