Treviso, el encanto incomparable de la vecina de Venecia que está por descubrir

  • Una localidad que no puede exhibir el Gran Canal, ni la catedral de San Marcos, pero a donde tampoco llegan turistas.
Treviso
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La región de Veneto, en el noroeste de Italia, resume su belleza en Venecia, una ciudad única, abrazada por el mar que penetra por sus canales, pero invadida por una masa de turistas que ocultan su extraordinaria singularidad. En cambio, a sólo media hora, en un viaje en tren que atraviesa tierras de viñedos que de los que se elabora el famoso vino espumoso Proseco, se llega a Treviso. Una localidad que no puede exhibir el Gran Canal, ni la catedral de San Marcos, pero a donde tampoco llegan turistas, y sin embargo posee el encanto de sus canales y molinos, palacios y villas, pórticos y arcadas, frescos y pintura, iglesias y capillas.

Dante se refería a ella como "la ciudad donde Sile y Cagnan se dan la mano". El curso sereno y reposado del primero y el torrente negro, ágil y vivo del segundo, reafirman la personalidad de Treviso. Y es que sus dos ríos se cuelan dentro de sus murallas y puertas medievales para formar pequeños canales a través de sus callejuelas, el agua discurre bajo las casas, alimenta diminutos jardines que adornan cualquier rincón, y corren arroyos que hacen girar pequeñas ruedas de molino. Aceras y calles estrechas empedradas de ladrillo y piedra rosacea, dan un tono pictórico a la ciudad.

La proximidad a la ciudad más bella y especial del mundo, Venecia, influyó decisivamente en la apariencia actual de Treviso. Siendo una ciudad pequeña, se puede recorrer a pie de extremo a extremo, por barrios que tienen personalidades distintas. Del distrito de Buranelli y a lo largo de su canal se observan casas de arcadas y palacios señoriales que hablan de su importante pasado comercial. La Plaza del Signori y Rinaldi son dos de sus principales puntos de reunión a donde llegan y de donde salen las pequeñas calles y canales que forman islotes entre los que sobresale en la que se reúne el sensorial y fantástico mercado de pescado.

Más allá de la típica cocina de las tradicionales trattorias que pueda encontrar por la ciudad, en la mayoría de las cuales se come bastante bien, el restaurante Undicessimo Vineria, del chef Brutto, practica una cocina de vanguardia, donde se elaboran platos más ligeros, pero de sabores intensos. Platos tradicionales de Treviso que una vez pasados por las manos de Francesco se transforman en realidades nuevas, que mantienen su esencia, pero se presentan en formatos novedosos. Su menú de cuatro platos por 55€ es la mejor opción para probar su cocina.

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