El volcán Tungurahua mantiene una emisión constante de gases y ceniza

  • El volcán ecuatoriano Tungurahua mantuvo hoy una emisión constante de gases y ceniza, además de 78 explosiones de pequeña a moderada intensidad, informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.

Quito, 20 dic.- El volcán ecuatoriano Tungurahua mantuvo hoy una emisión constante de gases y ceniza, además de 78 explosiones de pequeña a moderada intensidad, informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.

Localidades como El Manzano, Palitahua y Choglontús, ubicadas en las cercanías del coloso, registraron la caída de ceniza generada por la emisión, que ha formado una nube de un kilómetro de altura sobre el cráter, precisa un informe del IG.

Una de las explosiones, ocurrida en la madrugada, generó también un flujo de pirclastos (rocas candentes) que bajó por las quebradas de la montaña conocidas como La Hacienda y Acupashal, que llegó a dos kilómetros por la pendiente bajo el nivel del cráter.

Las explosiones, además, han estado acompañadas por ruidos fuertes, como cañonazos, pero también se han escuchado bramidos constantes de variada intensidad, que han hecho vibrar los ventanales de viviendas de zonas aledañas.

El IG informó también que, con el apoyo de la Secretaría de Gestión de Riesgos y de la Alcaldía de Baños de Agua Santa, ciudad turística situada al pie del volcán, incorporó a otro vigía en la zona de Chontilla, en el norte, que se suma a varios ubicados en diferentes sectores de la montaña.

El pasado viernes y luego de tres meses de relativa quietud, el Tungurahua inició un nuevo pulso eruptivo con explosiones y el descenso de flujos piroclásticos.

La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) de Ecuador declaró el domingo en "alerta naranja", la segunda de mayor nivel, tras la roja, a las zonas identificadas como peligrosas en las provincias de Tungurahua y Chimborazo, que comparten la montaña en sus límites.

El Tungurahua, de 5.016 metros de altitud y situado a unos 80 kilómetros al sur de Quito, empezó su actual proceso eruptivo en 1999 y desde entonces ha intercalado periodos de alta actividad con lapsos de relativa calma.

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