Un recorrido por los 7 pubs más icónicos de Dublín, la ciudad que ama la cerveza

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Cuando avanza la primavera y el clima se va templando y vamos viendo que se aproximan las vacaciones; la mayoría comienza a mirar la oferta de vuelos baratos para escapar de los rigores del calor durante el fin de semana. Dublín es uno de esos destinos irresistibles a los que desde el día de San Patricio, a mediados de marzo, comienza a recibir cada vez más viajeros que quieren descubrir una capital habitada por gente que manifiesta un carácter más parecido al latín que al anglosajón. Una ciudad dividida por el río y atravesada por un sinfín de puentes, sembrada de miles de pubs en los que se adora la cerveza.

Dublín es una ciudad con tantos paisajes como horas tiene el día. Desde los cielos nublados que muestran una urbe de contrastes grises, a cielos azules limpios y nítidos, parques verdes, ríos y canales que avivan los colores de las fachadas. Unas del característico ladrillo rojo y las llamativas casas de colores chillones que contrastan con la parte más moderna de la ciudad. Dublín es el río Rifley que recorre la ciudad, pero es también la ciudad de la literatura en la que grandes autores han escrito sus mejores obras y es la abrumadora biblioteca del Trinity College. Dublín es Guinness, la cerveza que ha sido la principal industria del país.

Por Daniel Camiroaga

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Dublín es la capital de un país formado en el extranjero. Apenas una docena de millones de irlandeses viven en su isla natal, mientras dicen que hasta noventa millones han emigrado al otro lado del mundo. Escritores egregios: Joyce, Shaw o Beckett y Wilde; han sido algunos de los personajes que han llenado los miles que literalmente inundan la ciudad. La mayor parte de sus pubs nacieron en la esplendorosa época victoriana de finales del XIX, convirtiéndose en una terrible tentación difícil de eludir. Ya advertía James Joyce del peligro de pasear por Dublín: “Qué bien estaría poder atravesar Dublín sin parar en alguna de sus barras”. Estos son los 7 Pubs míticos de Dublín:

Probablemente el pub más mítico de la ciudad. Sus tradicionales conciertos de música celta en directo son tan irresistibles como sus ostras o sus deliciosos sandwiches de varios pisos que sirven para acompañar las pintas de cerveza.

Probablemente ha sido el pub más literario, el favorito de tantos escritores que han encontrado en sus mesas la inspiración necesaria para crear sus obras. Abierto en 1782 aparece citado en el Ulyses de Joyce.

Un pub abierto a primeros del Siglo XIX; del que su actual dueño, Rory Guinness, el último descendiente directo del fundador de Guinness, afirma con vehemencia que en su pub se sirven las mejores pintas de Dublín. No deje de comprobarlo. En el interior tienen un pequeño beer garden para los días en que el clima permite disfrutar de una ‘stout’ al aire libre.

Un lugar mítico al que se considera mucho más que un pub. Primero durante la sublevación contra los ingleses, sirvió de refugio a los insurrectos. Aún se pueden ver señales de la violencia para su desalojo. Después porque su propietario fue un legendario jugador de la selección nacional de rugby en 1971, todo un ídolo que derrotó a la hasta entonces invencible selección de Nueva Zelanda. The Swan mantiene su histórica barra de madera original.

The Brazen Head. Es una verdadera huella de la historia; probablemente el pub más antiguo del mundo, ya que dicen lleva abierto desde el siglo XII. Lo más usual en The Brazen Head es beber cerveza y disfrutar de sus ricas alitas de pollo picantes.

Oneil’s es también más que un pub. Dispone de un pequeño pero confortable hotel en el que alojarse y donde además de apagar la sed en sus salones elegantes, se puede tomar una ricas cremas de verduras y el tradicional fish and chips.