Alàbriga Hotel, el gran lujo en la Costa Brava que nació de un flechazo

  • Hasta 29 apartamentos en los que reconectar con la naturaleza, la gastronomía, el bienestar y el relax en un escenario incomparable.
Fachada lateral del hotel
Fachada lateral del hotel

Inmediato fue el flechazo que el matrimonio formado por Valery y Svetlana Scherer sintió en 2001, año en que descubrieron por primera vez la Costa Brava. Aguas azules, un paisaje agreste y una sensación de limpia naturaleza, salpicada de cuando en cuando por pequeños paisajes de pescadores, conquistaron el corazón de esta pareja de orígenes germano-rusos que sin mucha dilación trasladaron aquí su residencia.

Junto a su vida privada, los Scherer convirtieron también la Costa Brava en su modus operandi, queriendo plasmar la visión de la hostelería de lujo que ya tenían en un entorno idílico. Así surgió en 2013 la posibilidad de hacer realidad su sueño, comprando el antiguo hotel Alàbriga, situado en la carretera que une las localidades de Sant Feliu de Guixols y S’Agaró. Una importante reforma y la concienciación de convertir el espacio en uno de los reductos de lujo más importantes del Mediterráneo fueron necesarios para la reapertura, acaecida en 2017, que dio una nueva vida a este imponente edificio con forma de barco, que se encuentra varado sobre un impresionante roquedal a 200 metros de la playa.

Allí volcaron sus pretensiones e ilusiones, creando un oasis exclusivo en el que sólo existen 29 ‘habitaciones’, que oscilan entre los 65 metros cuadrados –en la más pequeña- hasta los 600 metros cuadrados de la más grande. Razón por la que al nuevo establecimiento se le bautizó como Alàbriga Hotel & Home Suites. Motivos no le faltan, sobre todo para utilizar el apelativo ‘home suites’ porque son al mismo tiempo hogar, habitación y casa.

Divididas en cuatro pisos distintos, las dos primeras plantas alojan las suites prémium y deluxe, cuyo tamaño varía entre los 85 metros cuadrados y los 100. Superficie que se incrementa en el tercer escalón del inmueble, en el que se disponen las suites Grand Club, con unas dimensiones de 140 metros cuadrados (y otra mesura, entre los 25 y los 65 metros, de la terraza).

Una de las terrazas de las suites Doble Penthouse © Alàbriga Hotel & Home Suites
Una de las terrazas de las suites Doble Penthouse / Alàbriga Hotel & Home Suites

Pero la obra magna de este hotel en el que decir “hogar, dulce hogar” es quedarse corto está en la cuarta planta del complejo con las suites Dobles Penthouse, con tamaños variables entre los 135 y los 150 metros, que además guían hacia una escalera privada, disponible en cada apartamento, a las respectivas terrazas (con más de 140 metros cuadrados de extensión) que se abren sobre la bahía de S’Agaró.

Junto a esta concepción hedonista del placer y del relax extremo, el matrimonio Scherer ha procurado que ningún detalle le falte a los clientes del establecimiento, procurando para ello un servicio de mayordomía, que está pendiente del huésped incluso antes de su llegada. Además, para completar esta oferta, servicios exclusivos como personal shoppers, chóferes, alquiler de coches de alta gama o salidas en barco se incluyen dentro de los múltiples detalles que los alojados pueden contratar.

Un paraíso del esparcimiento, abierto sobre las impresionantes rocas que fortifican la Costa Brava, y en el que también la alta cocina tiene un hueco, siempre dispuesta a satisfacer los sibaritas paladares de la clientela. El responsable de los espacios gastronómicos es el chef Abraham Artigas, que en el restaurante Terra propone dos menús degustación basado en la tradición culinaria ampurdanesa, reforzada por una visión cosmopolita de la alta cocina en la que tampoco faltan los vinos, extendiéndose estos en una carta con más de 400 referencias.

Más informal y perfecto para los que no quieren perder ni un minuto de playa es el Sea Club, en el que conviven coctelería, platos ligeros –o parrillas con carnes y pescados- y una piscina infinita sobre la que extender los largos días del verano mediterráneo hasta que la noche entre en juego. En ese momento, este beach club se transmuta con música en vivo y luz de candelas para convertirse en el lugar perfecto desde el que gozar al máximo de este sueño en el corazón de Girona.

La piscina infinita de Sea Club © Alàbriga Hotel & Home Suites
La piscina infinita de Sea Club / Alàbriga Hotel & Home Suites

Consagrado también al arte, las estancias del Alàbriga Hotel & Home Suites están salpicados de esculturas y pinturas que los Scherer han ido adquiriendo con el paso de los años, sobre todo por los cuadros de la pintora española Mercedes Lasarte, que cohabitan con obras de artistas rusos como Olga Muravina o Alexey Lansev.

El último pilar, aunque no por ello menos importante, sobre el que se asienta esta maravilla destinada al gran lujo es su centro de bienestar. Allí preside el conjunto una piscina climatizada de 60 m2, que se encuentra dentro del espacio Pure Spa, en el que también se encuentran salas de masaje, sauna o un bar ecológico. Además, para los más fit de la casa, el gimnasio incluye entrenadores personales y está 24 horas abierto, por lo que cualquier momento del día es bueno para levantar unos pesos o practicar spinning.

Todo ello orientado a lograr el máximo confort y placer de unos clientes que, cuando lo prueban, repiten y seguramente se pregunten si realmente el paraíso no está en la Costa Brava y nos han estado engañando todo este tiempo sobre su ubicación celestial.

Alàbriga Hotel & Home Suites 5* Gran Lujo

Carretera de Sant Pol, 633. Sant Feliu de Guìxols, Girona, España

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