Estocolmo, la ciudad más bella en verano con la que todo el mundo sueña

  • Cualquier viajero mantiene esta ciudad en su agenda hasta que logra conocerla. Los días cada vez más largos potencian la belleza de la ciudad.
Estocolmo.
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Estocolmo es una de esas ciudades con las que todo el mundo sueña. Todos hemos planificado visitarla algún día. Cualquier viajero mantiene esta ciudad en su agenda hasta que logra el propósito de conocerla. Los días cada vez más largos potencian la belleza de una ciudad que cuando es iluminada por la luz, se muestra como una de las ciudades más bonitas de Europa. Una ciudad hecha sobre canales de agua que se retuercen para envolver las islas sobre las que se han edificado bellas casas de ladrillos rojos. Si asciende hasta Skinnarbigstberget se disfruta de las mejores vistas sobre la ciudad y reforzará la sensación de que muy pocas en el mundo son tan bellas como Estocolmo.

Estocolmo es una ciudad cuyo perfil urbanístico viene determinado por el verde de los pinos, las torres de las iglesias y la más característica del ayuntamiento que dominan una postal de típicos rojos de las casas de ladrillo y fachadas amarillas de estilo barroco que se reúnen en torno a la Ciudad Vieja. Sin embargo, su perfil cultural es uno de los más destacados y punteros con sus más de cien museos como el Modern Art Museum y el Skansen. Una ciudad dinámica y vibrante porque es la sede central de numerosos bancos y multinacionales que inyectan dinero para mantener uno de los niveles de vida más elevados del mundo.

Aunque la fama nos la llevamos los españoles, en cuanto el tiempo lo permite, los suecos salen a la calle para interrumpir la jornada y tomar un café, una costumbre que ellos llaman Fika Coffee. Alrededor de la plaza de Stortoget, en la isla de Somerland, se disponen numerosas terrazas en las que muchos se sientan a disfrutar de un buen café. Para comer de forma rápida, el vagón del arenque en plena plaza de Solderman que durante más de treinta años es uno de los favoritos de los locales. Arenque frescos, recién pescados, sobre una rebanada de pan de centeno, cebolla y mostaza es obligatorio.

Vasa Museum es el lugar para descubrir la auténtica historia de los vikingos, mucho más interesante y profunda que los populares estereotipos sobre esta cultura de guerreros temidos en la Edad Media en Europa. El Moderna, diseño del arquitecto español Moneo, alberga en sus características naves con lucernario, exponen el mejor arte contemporáneo de artistas suecos y pinturas de Picasso y Mattise entre otros. Una recomendación para poder apreciar al arquitectura y el urbanismo de la ciudad asentada en decenas de islas es verla desde un barco que recorre las principales islas y dan perspectiva sobre sus edificios y múltiples puentes.

Pasee por Monteliusvagen, situada al sur de la isla de Sodermalm con la ciudad vieja (Gamla Stan) al fondo es el escenario ideal para disfrutar de una puesta de sol desde el bar de estilo Art Deco del Hotel Rival. Para cenar, con un estilo muy personal y al estilo de las grandes barras de sushi japonesas, en el Gran Hotel, el chef dispone una mesa para sólo diez comensales que se sientan alrededor de la misma mesa compartida (Matbordet) para disfrutar de una gran cena. Cada plato es explicado por el cocinero, desde la composición de sus ingredientes a la técnica en que se elaboró.

Uno de los hoteles más confortables de Europa es el Ett Hem, porque se ha concebido como algo más que una habitación de lujo en la que alojarse. Su diseño como un verdadero hogar fuera de casa, obligó a una profunda reforma de la mansión de primeros del Siglo XX en la que se ubica. Sus zonas comunes como la biblioteca y el salón o la terraza invernadero así lo atestiguan. Una decoración a base de antigüedades y muebles genuinos escandinavos han contribuido a mantener todo el encanto y la personalidad del edificio. Sólo una docena de habitaciones y un lugar en la terraza para en verano tomar un buen vino antes de dormir.

Parafreseando al clásico cuando hablaba de los suecos “Nunca he visto cuerpos tan perfectos...” Así es Estocolmo cuando llega el verano, una ciudad con una fisonomía impecable.

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