Marrakech 7 sitios secretos y fascinantes que no puede dejar de visitar

  • Sigue teniendo un atractivo indomable que no se agota con el paso del tiempo ni con las visitas repetidas que uno pueda hacer a lo largo del tiempo.
Marrakech.
Marrakech.
Marrakech.
Uno de los palacetes que puedes visitar en Marrakech.

Marrakech sigue teniendo un atractivo indomable que no se agota con el paso del tiempo ni con las visitas repetidas que uno pueda hacer a lo largo del tiempo. El irresistible encanto de la ciudad roja, ese mundo de alfombras y largas conversaciones, de especias de característico aroma y color y pipas humeantes, de desiertos redundantemente vacíos y plazas cubiertas de ruidosa muchedumbre. El perfil del minarete de la gran Mezquita frente a la imponente silueta del Atlas. De reposados vasos de té y deliciosas galletas de almendras y miel. Atractivos que han hecho de Marrakech refugio de artistas, intelectuales y escritores.

Más allá de la plaza de Jyama el Fnaa, icono en donde converge toda la vida de la ciudad, les presentamos otros siete puntos de la ciudad que no puede perderse en su visita a la ciudad.

Los jardínes de La Mamounia

Si le sofoca el calor de una ciudad que se encuentra situada a orilla del desierto, salga de los límites de la medina para pasear y disfrutar de los exóticos e increíbles jardines de La Mamounia. Un diseño del Siglo XVIII de pasarelas de plantas, parterres, naranjos y olivos que podrá disfrutar si reserva una mesa para comer del buen bufet junto a la piscina. Tiene otra oportunidad al atardecer para tomar el té en Le Menzeh.

La mezquita de Koutoubia

Si le fascina el eco rítmico de la llamada del almuecín a la oración desde los minaretes que sobresalen por encima del resto de la ciudad, ya que ninguna construcción en la Medina puede sobrepasar la altura de las palmeras. Acérquese hasta la mezquita de Koutoubia, aunque no podrá entrar dentro si no es musulmán, si puede hacerse una idea contemplándola desde fuera y ver el trasiego de gente que acude a rezar.

Un pequeño museo de artesanía africana

En esta parte del mundo la artesanía todavía se considera una de las expresiones de arte más fascinantes. En el museo Maison Tiskiwin, se puede contemplar una fabulosa colección de tallas, artesanía que conectan Marruecos con el África subsahariana que va desde Marrakech al mítico Tombuctú.

Los oficios más duros

Aunque la mayor parte de la gente asocia el trabajo de la piel y el cuero,a otros tiempos y a lugares lejanos, en ciertos barrios Marrakech mantiene el duro oficio de curtidores que trabajan en condiciones duras embutidos en grandes cubas donde tratan la piel con ‘sustancias de desecho’. El producto final se puede adquirir en tiendas próximas a la curtidoría.

Baños y hamman

Para reconciliarse con el mundo nada como visitar un hamman, una experiencia única que debe probar al menos una vez en la vida. No sólo sus tratamientos de vapor, sino sus tratamientos exfoliantes merecen la experiencia. El no va más puede ser el hamman del citado hotel Mamounia, pero para una experiencia más auténtica acuda al haman El Bacha o a Le Bains; masajes y baños inolvidables.

Una cerveza con vistas

Kechmara es un bar cuya amplia terraza en la azotea del edificio es un lugar especial en el que disfrutar de los atardeceres sobre los tejados de la ciudad. Por la noche Kechmara se transforma en un animado restaurante en el que comer sencillos platos locales.

Dormir en un riad

Si hablamos de Richard Branson se situará más fácilmente, El riad El Fenn es propiedad de Vanessa, hermana de Richard, quien ha unido varias casas históricas para crear un espacio en el que se disponen dos docenas de lujosas habitaciones distribuidas en un laberinto de patios y escaleras. Piezas de arte que adornan las paredes no le restan un ápice de sencillez al hotel. Varias piscinas y una gran azotea, hacen de este riad el lugar perfecto para descansar entre unas sabanas de algodón de altísima calidad.

Mostrar comentarios