Siete propuestas originales y ‘culturetas’ para descubrir un Madrid desconocido

SEGUIR

• 

Introduzca el texto aquí

Madrid es una ciudad desbordante, probablemente la más dinámica de todas. Algo que tiene cumplido reflejo en la cantidad de turistas que recibe durante todo el año. Gente de toda condición que acude a la capital a disfrutar de su animada agenda cultural, de su monumentalidad e historia, del arte de sus museos y de su gastronomía. Pero más allá de los lugares y eventos clásicos a los que todo el mundo acude, existe un Madrid, oculto con una agenda cargada de historia muy interesante. Estos son los 7 destinos en Madrid que permiten recorrer la ciudad y descubrir su verdadera identidad.

Mira también

El vino, una excusa para descubrir los encantos de Somontano

En Madrid hay cientos de lugares extraordinarios donde iniciar el día, pero muy poca gente conoce el Instituto Francés. A espaldas de la Plaza Colón, se encuentra el centro de estudio de francés en cuyo interior hay una terraza, un patio resguardado del tráfico y escondido del ruido en el que tomar un buen café y bollería francesa, mientras que si lo desea puede practicar el idioma de Moliere. Un puñado de mesas de colores entre árboles y plantas es el lugar ideal para tomar un buen desayuno.

A unos días de haberse celebrado el 12 de octubre, fecha en que se conmemora el descubrimiento de América, probablemente el hecho más importante de la historia por el cual España completó el mundo. El Museo Naval, en el Cuartel General de la Armada se expone la historia de nuestra Armada que durante un tiempo dominó el mundo. Los barcos que surcaban el Atlántico y el Pacífico, la ciencia que permitió evolucionar a nuestros marinos en el mar: La Cartografía y la Astronomía y las armas que permitieron resistir los embates de los enemigos.

Estanterías y barra, libros y vino, editoriales y bodegas. Librerías siguen habiendo muchas en Madrid, pero ninguna con la personalidad de Tipos Infames. Un proyecto de tres tipos que decidieron unir un fondo editorial muy completo y especial con el mundo de los vinos. Dos experiencias sensoriales. Aquí la gente acude a tomar un aperitivo, buenos vinos por copas y a adquirir la última novela para leer. Le aconsejaran debidamente sobre ambos mundos, disfrute de un buen vino y de una mejor lectura.

La Real Fábrica de Tapices es el gran desconocido de Madrid. Una de las artes más apreciadas en el Siglo XVIII y desde hace décadas en vías de extinción, se guarda, se protege y se promueve aquí. Una alternativa a la pintura que mostraba con la misma belleza y fidelidad que un lienzo realidades del mundo de aquella época. Los tapices, elementos de decoración de grandes palacios, aportaban confort extra a las habitaciones donde se exhibían. En la Real Fábrica se exponen los telares de la época, incluso la rueca que pintó Velázquez en Las Meninas. Hoy hay artistas que siguen tejiendo con precisión milimétrica inmensos telares.

En breve será tiempo de difuntos y mucha gente acude a visitar a sus difuntos. Aunque en nuestro país no es costumbre visitar camposantos ni enterramientos, a diferencia de otros países de centro Europa en donde los cementerios son verdaderos parques con encanto; tal vez sea el modo de conocer algo más de su historia y de su cultura. El cementerio británico esconde anécdotas e historias inéditas que dan una perspectiva diferente de nuestro pasado reciente y nuestra relación con los británicos que residían en Madrid.

Teatro y flamenco, dos palabras, dos conceptos y dos artes que forman parte intrínseca de nuestra cultura y de nuestra historia más admirada y que desde hace un año se han unido en una programación interesantísima en el que pasa por ser el único teatro de flamenco del mundo. Semanalmente cambia la cartelera para ofrecer espectáculos frescos pero llenos de raza y arte. Ritmo de palmas, sones de guitarra, quejios de voz y taconeo; imprimen carácter a un espectáculo único en Madrid, que trata de transmitir toda la fuerza de este arte Patrimonio de la Humanidad.

Si echáramos mano de cualquier lista de restaurantes de moda, no encontremos Casa Botín entre ellos, pero sin duda, es el establecimiento con más carga histórica del mundo, no en vano está considerado el mas antiguo del mundo. Su horno data de 1735 y desde entonces se asan sabrosos cochinillos y lechazos al estilo castellano. En su cocina trabajó Francisco de Goya, el pintor, como fregaplatos durante un tiempo. Si quiere absorber parte de la historia de nuestra ciudad nada como acabar cenando en Casa Botín.