La tranquilidad y el lujo del Belmond Hotel Splendido, en Portofino

  • Portofino es el rincón con más encanto de la Riviera. Un lugar que en otro tiempo fue un pueblecito de pescadores y hoy es refugio de yates fabulosos.
Una espléndida opción para hospedarte en Portofino.
Una espléndida opción para hospedarte en Portofino.
Hotel Belmond Splendido
Una espléndida opción para hospedarte en Portofino.
Una espléndida opción para hospedarte en Portofino. / Hotel Belmond Splendido

La costa de Liguria es un conjunto de una belleza incomparable. Desde tierra, incluso a pocos cientos de metros del mar, no se puede imaginar lo que se esconde al borde del acantilado. Una costa recortada elevada sobre el mar varios cientos de metros, entra y sale de la tierra al mar caprichosamente. Sobre los acantilados se esconden suaves terrazas que se asoman literalmente sobre el mar. Las Cinque Terre son una postal vista desde el mar de pueblitos encantadores sobre los cuales crecen olivos, vides y tomateras; y fachadas de colores pastel. Un lugar protegido del turismo por una carretera imposible, de curvas infinitas.

Portofino es el rincón con más encanto de la Riviera. Un lugar que en otro tiempo debió de ser un pueblecito de pescadores y que si un día amarraba barcas de pesca, hoy es refugio de los yates más fabulosos. Portofino es un pequeño puerto entorno al cual se arremolinan las tiendas más exclusivas y se acomodan las terrazas más encantadoras donde algunos privilegiados beben buen vino de Toscana y champán francés. Yates de varios pisos fondeados en el pequeño puerto y en cuyas cubiertas descansan tomando el sol el patrón y sus invitados. En tierra, tiendas de lujo: Gucci, Rolex... donde distraerse al atardecer.

Sobre la bahía existe una colina en la que en tiempos se levantó un monasterio Benedictino que reunía entre otros atributos, la serenidad y tranquilidad que ofrece el acantilado sobre el pequeño puerto pesquero de Portofino. Unas vistas sobre el mar y la costa impagables. En los primeros años del pasado Siglo XX fue adquirido por Rex Harrison, quien lo reconstruyó, reformó y adecuó para que sirviera como uno de los hoteles con más charme de toda la costa italiana. Desde entonces se han hospedado actores, músicos, escritores y gobernantes, tal y como atestigua la galería de retratos que cuelga de sus paredes.

Portofino es un lugar especial que según va avanzando el día se va llenando de turistas que acuden a descubrir un pequeño mundo de unas cuantas callejuelas, tiendas y terrazas, pero que cuando llega el atardecer, se vuelve solitario, tranquilo y calmado de nuevo. El Hotel Belmond Splendido es un refugio perfecto para estar a salvo de turistas durante el día, un lugar para descansar, para contemplar las vistas sobre el mar. Para leer un buen libro tumbado en su fabulosa terraza rodeado de plantas y flores. Para disfrutar de la mejor cocina, sentado en la azotea del hotel, en una de las mejores terrazas que pueda imaginar.

Al caer la tarde cuando parten los últimos ferrys y se alejan los vagones del último tren con destino a Genova, Portofino recobra su tranquilidad y esencia. La Piazzeta adquiere un tono más familiar y auténtico. Sus terrazas y restaurantes se llenan con los privilegiados que poseen una casa aquí, o aquellos otros que se hospedan en el Belmond Splendido. En la terraza del restaurante Chuflay que pertenece al hotel se sirven excelentes platos de pasta como los spagueti Chuflay con pesto, salsa de tomate y burrata; los ñoquis de patata y salsa de ragú; el rissotto de alcachofas.

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