Gracias a la primacía de su flota militar y la pujanza de una incipiente industria que encontró en el país inglés el abono para su desarrollo en el resto del mundo, Gran Bretaña acabó forjando en el siglo XIX un gran imperio de ultramar. A la India que pudo ser su posesión más genuina, junto con las localizadas en la China continental, se unieron otras tantas en América y las colonias africanas con la Gran Sudáfrica como una de las más importantes. Botswana que se independizó tardíamente del Reino Unido (1966), extiende sus dominios por el desierto de Kalahari así como por una de las sábanas más ricas en fauna y flora.
El príncipe Harry y Megan no han desvelado aún el secreto mejor guardado de la boda, el destino final de su luna de miel. Sin embargo, todos los periódicos ingleses apuntan a que pasarán por alguna antigua colonia inglesa en África, más concretamente en Botswana, el lugar en el que se conocieron y enamoraron cuando realizaban un safari. Botswana es un destino redundante en la vida de Harry, ya que también fue el destino elegido por el Príncipe Carlos para proteger y esconder a sus hijos del ojo público tras el huracán mediático producido tras la trágica muerte de su madre, Lady Di. Y además, Harry es embajador y protector del rino de Botswana.
Botswana ofrece paisajes de ensueño: las salinas plateadas Makgadikgadi, vastos humedales que cubre el delta del Okavango, a los que al atardecer acude a beber la rica fauna salvaje. Cada día, a última hora, cuando el sol reduce su ángulo sobre la tierra, cambian las tonalidades desde un intenso amarillo de las arenas del desierto hasta convertirse en colores más cálidas y anaranjadas. Llanuras infinitas que probablemente los príncipes puedan recorrer en avioneta para desde el aire observar como se comportan las grandes manadas de herbívoros; e incluso llegar hasta las impresionantes Cataratas Victoria.
Jack’s Camp es uno de los campamentos de lujo de los que poca gente ha oído hablar, pero sólo es por la exclusividad de sus instalaciones que únicamente pueden disfrutar unos pocos privilegiados. En medio de un oasis de vegetación indómita en una reserva privada de más de un millón de acres, y bajo la sombra de palmeras, sólo una decena de lujosas tiendas de estilo beduino, alfombras persas, suelos de maderas nobles y duchas exteriores al estilo de la que utilizaba Ava Gadner en Mogambo. Una tienda actúa como comedor, otra como sala de té, y otra incluye una fantástica piscina. Un campamento inspirado en la lujosa atmósfera de los primeros cazadores y en honor a Jacks uno de los primeros cazadores que llegaron a este fascinante lugar del mundo.
Meno a Kwena es la otra gran opción que barajan los tabloides ingleses apuestan para que los príncipes pasen allí unos días. Es un campamento exclusivo de sólo 8 tiendas que a modo de suites incluyen todas las comodidades de un gran hotel, pero abierto a la naturaleza. Cada tienda está oculta entre la maleza, pero todas ellas, desde una posición privilegiada en altura con vistas sobre el río Boteti, al que acude a beber el gran elefante en manada. Las duchas son exteriores, perfectamente mimetizada con el paisaje. A un gran comedor abierto que funciona también como biblioteca y sala de estar, unen una fabulosa piscina de roca natural para aliviar los calores de la época.
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