Ana Merino, la poeta y autora teatral presenta 'El mapa de los afectos'

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"Llevo casi veinticinco años viviendo en los Estados Unidos. La atmósfera de la experiencia americana ha impregnado mi forma de escribir y me convirtió en narradora.

La joven que llegó a ese inmenso país con dos maletones, un poemario recién publicado bajo el brazo y mucha curiosidad, tuvo que aprender a entenderse en otro idioma, a descifrar el misterio de las personas y los lugares que fue recorriendo: las ciudades de Columbus y Pittsburgh, los pueblitos de Boone, en Carolina del Norte, o Lyme, en la Nueva Inglaterra, y por último en el medio oeste de Iowa City.

Soy un poco como esa América rural de la que ahora escribo. El germen de mi novela se ha construido con esencia de tornado, bosques con inviernos nevados y olas de calor, con cómics y animales rescatados, con veteranos de guerra y mujeres que ejercen de abuelas y madres, con hijos que añoran a sus padres, semillas y abejas.

Gente buena que sufre, pero vive entregada a los instantes. Ojalá pueda parecerme a ellos".

Cervantes me ha enseñado sobre el sentido literario de las vidas cruzadas y los personajes que aspiran a la bondad. Él mismo era veterano de guerra, como algunos de mis personajes. El Quijote es uno de mis libros de cabecera.

Con Galdós y Emilia Pardo Bazán he aprendido a construir ambientes y definir emociones en los personajes; creo que estoy tocada por la belleza narrativa del siglo XIX.

De Turgueniev me inspiran su capacidad de síntesis y la intensidad de sus ficciones. Y también la forma en la que construye personajes y vidas de un solo trazo. El modo en el que contempló su propia época y la volvió esencia literaria.

José María Merino es mi padre, un hombre muy sabio y un escritor formidable. Crecí rodeada de su inmensa biblioteca, que incluye estupendos cómics. Me inculcó el amor a los libros y el compromiso apasionado con la literatura.

Edgar Lee Masters y su magnífico libro de poemas Antología de Spoon River, me ayudó a fraguar la idea inicial de un espacio literario americano de muchas voces que va construyendo un mismo relato.

Gilbert y Jaime Hernández. Los cómics de estos estupendos creadores alternativos me han enseñado muchísimas cosas sobre la mirada estadounidense desde la periferia del cómic literario que sabe construir personajes femeninos sublimes.

Emiliy Bronte y su novela Cumbres borrascosas me acompañó en una serie de noches insomnes, y me dio la confianza que necesitaba para terminar mi propio libro. Al leerla comprendí lo importante que es la atmósfera dentro de la ficción.

Hugo Pratt y el mundo de su personaje Corto Maltés construyendo la balada de la vida. La plasticidad de ese marinero que recorre el mundo y lo observa con inmensa curiosidad.

Idea Vilariño y su forma de poetizar todos los instantes. De hacer que sus versos recojan la respiración de todos los humanos suspirando a la vez.

Manuel Vilas es mi compañero. Llegó hace poco más de un lustro a mi vida y la llenó de alegría y de misterio. El amor también es una sustancia literaria, y en este caso nuestro se mezclan el amor real con el ficticio. Me encanta cómo escribe.