Bris Rocher. Entrevista con el heredero de la firma de cosmética más 'verde'

En 1959, cuando la química y el plástico estaban de moda, un visionario Yves Rocher apostó por la cosmética vegetal. Lo que entonces fue una rareza es hoy una tendencia imparable que la marca reivindica con orgullo y coherencia. “Mi abuelo estaría feliz”, afirma Bris Rocher, nieto del fundador, que dirige desde 2009 un grupo que mueve 2.200 millones de euros y que reconocer tener aún presente el mejor consejo que le dio: “Todo se basa en confiar en la gente”.

Aparece vestido de negro, con calcetines y zapatos granates, que dan su punto. La sonrisa tranquila de este amante del jazz y el blues que regala plantas a sus amigos se corresponde con dos declaraciones sencillas: “Soy un hombre afortunado porque mi legado coincide con mi filosofía” y “Me gusta lo que hago”. Se hizo cargo de la empresa a los 31 años “con emoción, manteniendo a raya el ego y algo de estrés que, bien gestionado, tiene cosas positivas, como mantenerte alerta”, recuerda.

Tiene clara la misión de su compañía: “Reconectar a la gente con la naturaleza”. Cada vez que nace alguien en la familia Rocher plantan un árbol. La marca, por su parte, se fijó el reto de plantar 100 millones de árboles en todo el mundo. En el 2020 superarán el desafío con nota. Como presidente de Yves Rocher, Bris Rocher ha recuperado el 100 % del control del grupo. “El secreto del éxito de una empresa en el siglo XXI es aportar significado a lo que haces, ser resiliente, creer que triunfarás pese a todas las dificultades que te pongan por delante y trabajar, trabajar, trabajar”.

En La Gacilly (Bretaña francesa), Yves Rocher tiene un jardín botánico con más de 1.200 especies de plantas. “La naturaleza es el futuro, el mayor laboratorio a cielo abierto”, explica Bris Rocher. “Se han descubierto 300.000 plantas en todo el mundo, y hay otras tantas por descubrir. El potencial es enorme”, comenta. La última que le ha sorprendido por su capacidad de proteger la piel de los efectos de la contaminación es la Apholia (Madagascar), el activo principal de la línea 'Elixir Jeunesse', la preferida de los hombres. Si va en moto debería probarla.

“El verde es el nuevo negro”, proclama Bris Rocher. “Muchos se apuntan a la cosmética verde y ecológica pero no tienen nuestra historia. En 1989 dejamos de hacer pruebas con animales; nuestros campos tienen certificado orgánico desde 1997, y en 2006 prohibimos las bolsas de plástico en nuestras tiendas. Vamos 10 años por delante”, reivindica. Los principios activos que utilizan son 100% botánicos, y controlan todo el proceso, desde el cultivo de las plantas y la obtención de los principios activos hasta la formulación, la distribución y el punto de venta. “Es lo que permite a Yves Rocher tener unos precios más que razonables”, concluye el presidente.