Gae Aulenti, la arquitecta que tocó todas las bellas artes del siglo XX

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Es una de las arquitectas y diseñadoras de mayor prestigio de la segunda mitad del siglo XX. A lo largo de sus casi 60 años de carrera, Aulenti abordó proyectos de arquitectura, diseño industrial, diseño de interiores e incluso de escenografía teatral. Licenciada en 1954 en el Politécnico de Milán, su trabajo ha dejado huella en varios países, sobre todo a raíz de que, entre 1980 y 1986, completara el encargo de reformar la parisina estación de ferrocarril de Orsay en el Museo homónimo, ahora uno de los más característicos de la capital francesa, donde se exponen obras de artistas franceses de 1848 a 1915.

Obra suya son también el Pabellón de Italia en la Exposición Universal de Sevilla 1992, la conversión del Palazzo Grassi en museo de arte en Venecia (1985-1986) y la reforma del Palacio Nacional de Montjuïc (Barcelona) como Museu Nacional d’Art de Catalunya (1985-1992).

Pero si notable es su faceta de arquitecta, Gae Aulenti ocupa también un lugar de honor en la historia del mejor diseño, ese que combina imaginación y funcionalidad en clave contemporánea. Su primer mueble, la mecedora Sgarsul (1962), es un icono del diseño que la firma Poltronova sigue editando y revisando desde entonces, como también ocurre con la serie de muebles de jardín Locus Solus (1964).

En la imagen, Sofá Stringa, para Poltronova, 1963 y sillón de la serie Locus Solus, para Poltronova, 1964.

Además de su legendaria colaboración con la marca de máquinas de escribir Olivetti en los años 60, Aulenti creó muebles y objetos para las mejores firmas del diseño mundial, como Zanota (la ligerísima silla plegable y muy fácil de almacenar Aprilina, de 1964), FontanaArte (Rimorchiatore, un híbrido de lámpara, jarrón y cenicero fabricada con metal lacado en 1967) o Knoll (la mesa de mármol Jumbo, de 1965).

Gae Aulenti, que frecuentó casi todas las bellas artes, supo innovar en todos los terrenos sobre los que su genio fijó la mirada.