BODEGAS

Moët Impérial, el legendario champagne celebra 150 años

  • Moët Impérial, la etiqueta más emblemática de Moët & Chandon, cumple 150 años unido a la élite
    del cine, el deporte y la moda, y también a la realeza.
Moët Impérial, el legendario champagne celebra 150 años
Moët Impérial, el legendario champagne celebra 150 años
Moët & Chandon

Detalle de las bodegas de Moët & Chandon.

Alcanzar la excelencia no es imposible, pero no es sencillo el camino que conduce hasta ella. Requiere de esfuerzo, constancia, buen gusto y, además, saber valorar la importancia del factor tiempo. Un buen ejemplo son las emblemáticas y casi tricentenarias bodegas Moët & Chandon, que cerraron 2019 brindando por el 150 aniversario de su champán más representativo: el Moët Impérial. Todo un hito para este icono mundial de la celebración, que ha unido su nombre al glamur de Hollywood, la moda, el deporte y la música. La etiqueta más reconocida de la maison francesa, fundada en 1743, es un espumoso comprometido con la exquisitez y la perfección, que captura la esencia de la región de Champagne combinando un delicioso sabor afrutado, un paladar seductor y una elegante madurez que perdura a lo largo de la historia.

Para conmemorar el importante aniversario se ha presentado una botella de edición limitada con un logotipo rediseñado con la ‘I’ de ‘Impérial’ erigida en un nuevo símbolo.

Moët viñedos
Imagen de los viñedos de Moët & Chandon en Épernay, a poco más de hora y media desde París en coche; y detalle de las bodegas.

Cuando en 1930, el conde Robert Jean de Vogüé (casado con una Moët y condecorado con la Legión de Honor) se unió a la casa vinícola, fomentó el perfil internacional de Moët Impérial vinculándolo al estilo de vida y la elegancia francesa. Llenó las copas del presidente Dwight D. Eisenhower y de Gary Cooper, y el champán ya nunca más dejó de brillar en los ambientes más sofisticados. Hasta en el deporte se convirtió en un símbolo de celebración cuando Dan Gurney, al ganar las 24 Horas de Le Mans, roció a sus seguidores con el champán desde el podio, comenzando así una tradición que todavía perdura; en el mar ha patrocinado importantes regatas como la America’s Cup y en el tenis tiene como embajador al legendario Roger Federer.

Paul Newman
Paul Newman en su 40 cumpleaños con una gran remesa de botellas de Moët Impérial, en una foto tomada en 1965 / Crédito: HuffSchmitt SIPA.

También Paul Newman celebró su 40 cumpleaños brindando con sus burbujas en la Riviera francesa. El festival de Cannes se convertiría en un auténtico patio de recreo para Moët Impérial (lo tomaron Cary Grant, Kim Novak o Mónica Bellucci), así como la ceremonia de entrega de los Globos de Oro en Los Ángeles, cuya cena riega desde hace 28 años.

Moët Impérial ha participado en veladas extravagantes en el mítico Studio 54 de Nueva York junto a Lauren Bacall, Diana Vreeland, David Bowie, Jerry Hall… Andy Warhol, a menudo, se fotografió junto a algún amigo famoso compartiendo una de estas codiciadas botellas mientras en París, Catherine Deneuve posaba para los paparazzi sosteniendo una copa enorme del exquisito champán.

Andy Warhol
El artista Andy Warhol comparte un Moët Impérial en una cena en Nueva York con la celebrity Cornelia Guest, en 1985 / Crédito: Ron Gallela.

A Moët Impérial, que en 2006 conmemoró el aniversario de la Estatua de la Libertad y también estuvo presente en el vuelo inaugural del supersónico Concorde en 1972, no le ha faltado tampoco ni una seductora embajadora de cine: Scarlett Johansson ejerció este papel y hasta participó en 2010 en la vendimia recogiendo uvas sin perder un ápice de glamur y asistiendo a una cena de gala en las históricas bodegas a 25 metros por debajo de la casa de la familia en Épernay. A esta localidad de la Champagne de más de 23.000 habitantes se llega en 1h y 40m conduciendo desde París en dirección al noroeste, atravesando bellas colinas y tierras cubiertas de viñedos.

En la gran pantalla, Julia Roberts descubrió el placer de mojar una fresa en el champán en la inolvidable 'Pretty Woman' y 'Andy Sachs' (Anne Hathaway) celebró su éxito en la semana de la moda de París llenando su copa de burbujas en El diablo se viste de Prada.

Moët

Imagen de la nueva edición de Moët & Chandon.

Recorrer los pasadizos subterráneos (hasta 28 km) y cuevas que albergan miles de botellas es un auténtico placer para los sentidos; se sabe que Napoleón siempre visitaba la finca de Moët en Épernay antes de entrar en batalla para llevarse cajas del preciado espumoso, y siempre regresaba victorioso. ¿Sería exagerado pensar que era su fetiche en las contiendas? El emperador francés no siguió el ritual cuando se dirigía a la de Waterloo –parece que no le dio tiempo pasar a recoger el champán– y allí fue definitivamente derrotado. Una muestra más de que Moët Impérial es algo más que una mezcla bien equilibrada de Pinot Noir, Meunier y Chardonnay (exquisitamente cuidada por su chef de Cave, Benoît Gouez) que alegra las reuniones más exquisitas.

Mostrar comentarios